La Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay en dos procedimientos y en menos de tres días se cruzó a tiros con avionetas bolivianas. El miércoles 4 de agosto en Santa Fe del Paraná y ayer en San Cosme y Damián.
En la primera intervención logró que la aeronave cargada con 221 kilogramos de cocaína con el sello “UFC” no se escapara del campo donde había descendido y fueran detenidos piloto y copiloto.
En el último operativo, a pocos metros del inicio del embalse de la represa de Yacyretá, los narcos lograron descargar 372 kilogramos del mismo estupefaciente y procedencia y huyeron “a puro plomo” de los agentes antinarcóticos.
Las escenas si correspondieran únicamente a la ficción de las series de plataformas de internet o “Hollywood”, podrían despertar curiosidad y considerarse sólo entretenimiento. Para las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, no se trata de la imaginación sino dos capítulos del aumento de vuelos de las nuevas rutas montadas a través de Paraguay para ingresar a Argentina cocaína de máxima pureza boliviana con destino intermedio las “cocinas de estiramiento” de las grandes ciudades de consumo local pero principalmente la vía hacia el desembarque de mayor rédito económico: Europa.
Las rutas de la producción boliviana de cocaína remarcan cifras en decenas de millones de dólares que estimadas en pesos, la cantidad de ceros que deben sumarse abruman.
El procedimiento de ayer de la SENAD fue a menos de 50 kilómetros de Posadas, en la colonia Aguapey perteneciente a la localidad de San Cosme y Damián, y evitó que los 372 kilogramos, valuados en cerca de 47 millones de pesos, ingresaran a Corrientes a través del río Paraná. La fuerza especial paraguaya se desplegó en varios puntos y fue sobre una calle entre arrozales donde observaron el descenso de la avioneta.
Los movimientos de los involucrados fueron rápidos. Necesitaron menos de 200 metros de recorrido para frenar y bajar la carga a una camioneta. Cuando se alertaron de la presencia de la SENAD la aeronave inició el carreteo y no frenó hasta despegar en medio de un intercambio de disparos.
El conductor de la camioneta no pudo escapar y el estupefaciente fue secuestrado y puesto bajo custodia mientras la SENAD intensifica la búsqueda de la avioneta ante la presunción que no habría logrado volar lejos por los daños de los disparos.
Fronteras y pandemia
Las mismas fuentes aseguraron a este Diario que los pasos fronterizos cerrados por la vigencia de la pandemia mundial de COVID-19 no frenó la actividad de narcotráfico y que las rutas de paso de la cocaína del Noroeste argentino se corrieron hacia los límites de Corrientes y Misiones en constantes viajes de aeronaves que pisan la costa paraguaya del Paraná sólo para descargar bultos con 25 kilogramos de la droga cada uno.
Cruzar el río no sería un trámite engorroso, el dinero vulnera los controles hídricos con mayor facilidad a la imaginada.
La cocaína llega con el sello del “cocinero o fabricante” boliviano (por ejemplo “UFC”), lo que garantiza su pureza y un valor por kilogramo que ronda los siete mil dólares.
“No es Netflix, es frente a Posadas y con una modalidad que mueve miles de millones de pesos y corrompe la voluntad de mucha gente”, fue la síntesis que dejó un periodista encarnaceno.
