La noticia que envuelve a los misioneros con la Asociación de Bomberos Voluntarios de Andresito, nos devuelve la esperanza de comprender el rol protagónico que tienen estos servidores públicos en cada localidad misionera.
Al llamado solidario para lograr dotarse de mayores equipamientos para el combate del fuego, en tiempos donde los incendios toman mayores dimensiones de manera constante, no sólo se vio la respuesta de los vecinos que conocen cómo es el trabajo cotidiano de estos, sino también de organizaciones nacionales que pueden aportar más que un granito de arena. Sin ese apoyo concretado por una cifra millonaria, como la entregada por la fundación Banco Macro, los bomberos de Andresito no podrían sumar más móviles para una actuación más eficaz.
Como los efectivos de este pueblo del norte, los hay en cada rincón de la tierra colorada, que tienen un trabajo, una familia pero se hacen siempre del tiempo suficiente para salir a socorrer a accidentados, a salvar vidas en un incendio y hasta ayudar a familias cuando una mascota está en problemas. Una palabra los define concretamente: héroes.
Es a ellos a quienes debemos devolverles algo de lo mucho que nos aportan cotidianamente. Al menos con un reconocimiento cuando los cruzamos en las calles, dándoles el paso prioritario cuando escuchamos la sirena avisando que acuden a una emergencia, preguntando con qué podemos ayudar en los cuarteles, tratando de hacerles la vida más sencilla en medio de las múltiples tareas que atienden, etc.
A las empresas, el llamado es sin dudas a imitar a la Fundación Banco Macro en la asistencia financiera que redunda en beneficio de cada comunidad, sin saber si algún día les puede tocar la necesidad de acudir al llamado de los bomberos a los que ayudan.
De parte de los misioneros: ¡gracias por arriesgar la vida para salvar otras todos los días!