La Fundación Mediterránea, un think tank cordobés que suele elaborar informes de coyuntura referidos a la estructura económica nacional, presentó ayer un análisis que demuestra que hasta marzo de 2021 se registraron 800 mil desocupados más que en 2011.
Tras describir el retorno de las moratorias previsionales, tras una década con importante aumento en los beneficiarios de la seguridad social, el documento describe la crisis de lo que seguramente es la única solución posible a tanto desequilibrio: empleo de calidad.
Para la Fundación Mediterránea, en la “última década estanflacionaria, la economía argentina exhibe cifras muy poco alentadoras en el mercado laboral”, ya que “lo único que se expandió fue el empleo público (alrededor de 600 mil puestos adicionales) y el cuentapropismo (+1,5 millones), ya que se han destruido 136 mil empleos asalariados formales y 425 mil informales“.
“En 2021 -agregó-, se registran 800 mil desocupados más que en 2011, pese a que desde entonces casi 2,5 millones de personas han pasado a la categoría de inactivas”.
“Al mismo tiempo que se deterioraba la calidad del empleo, aumentaba en forma notable la cantidad de programas de ayuda social, caso de la Asignación Universal por Hijo y la Asignación Universal por Embarazo (AUH y AUE), que alcanzan actualmente a 4,4 millones de beneficiarios”, alertó.
Explicó que “un fenómeno análogo se dio en el plano previsional, haciendo que para 2016 los beneficiarios de moratorias superaran a quienes habían hecho los aportes exigidos por la ley”.
En algún momento el Gobierno deberá ordenarse internamente y privilegiar una agenda de desarrollo y no de socorro permanente.
Es cierto que, sin la enorme cantidad de dinero destinada a la asistencia social, la crisis pandémica hubiera sido realmente histórica y trágica. Pero también es verdad que los recursos no son infinitos y que va llegando el tiempo de producir genuinamente y no artificialmente.
Para ello es necesario poner en los primeros lugares de la urgencia al empleo de calidad, cortar de una buena vez con la inercia del desempleo y el trabajo informal.