El Frente Ciudadano Ambiental Kaapuera hizo extensivo su apoyo a las organizaciones ambientales y civiles que se oponen a la reapertura del camino denominado “Estrada do Colono”, por dentro del Parque Nacional en el vecino territorio brasileño. También repudiaron el proyecto de ley brasileño para la apertura de esta ruta al considerar que “representa la fragmentación de la ya frágil Mata Atlántica o Selva Paranaense, bioma que compartimos los pueblos del Paraguay, Argentina y Brasil”.
Al respecto, el ambientalista Raúl “Rulo” Bregagnolo explicó en la FM 89.3 Santa María de las Misiones que este tema es recurrente y ya tiene 20 años. “Allá por 1986 se había abierto un camino que une dos ciudades del lado brasileño, Serranópolis y Capanema. En aquel entonces hubo una movilización muy grande para avanzar sobre el Parque. Fueron pasando los años y esa ruta que se abrió termina por una acción judicial cerrándose, después en 2001 intentó habilitarse y finalmente la Justicia federal brasileña determinó que se cierre definitivamente. Pasaron 20 años y un diputado brasileño presentó un proyecto de ley que promueve la apertura de esa ruta”, detalló.
Señaló que según los argumentos de este proyecto -para el cual se tramitó un tratamiento de urgencia en la Cámara de Diputados de Brasil- la habilitación de este camino es que “genera desarrollo para ambas comunidades y para esta zona del Brasil”. “En realidad nos causaron mucho disgusto con esto porque ese desarrollo nos está desarrollando mala vida, nos está llevando a cuestiones muy extremas de llegar a avanzar sobre un Parque Nacional”, sentenció.
“Cuando hablamos de Parques Nacionales, Provinciales y áreas protegidas, estamos hablando de situaciones que son legalmente más difíciles de ser violadas. Este intento es una señal clara de que en nombre del desarrollo todo es posible para algunas personas, pero por suerte el movimiento que se está dando, y más que nada por la Universidad Federal de Integración Latinoamericana (UNILA), está haciendo la punta de lanza de un movimiento internacional muy fuerte en contra de esta apertura”, destacó.
Bregagnolo consideró que el Frente Ciudadano Ambiental Kaapuera decide apoyar porque “de abrirse esa ruta estamos generando un antecedente muy fuerte y muy importante para que también se dé esta situación en los distintos parques de la provincia y la región”. “Lo que pasa en el planeta, en China, o donde fuere pasa acá. Eso es lo que está faltando a nivel político y social, y más que nada político es entender que esto repercute en nuestro planeta que es uno solo. Todo esto que sucede muchas veces se lo ve de afuera, está faltando mucho trabajo en la concepción de lo global”, observó. Y enfatizó que “no estamos hablando de una cuestión caprichosa de un pedacito de selva cualquiera”. “Un pedazo de selva no es cualquier cosa, estamos hablando de una clara muestra de restauración que se viene dando en esa zona, en 20 años la selva en el Parque Nacional Iguaçu ha demostrado que puede restaurarse y eso es clave, eso es lo trascendente que sucede en este momento”.
Cuidar la selva
En ese marco, desde Kaapuera apuntaron que las Cataratas del Iguazú, compartidas por los Parques Iguazú de Argentina y Brasil, son Patrimonio Natural de la Humanidad, declarado por la UNESCO, y que ambas áreas protegidas, son parte del corredor verde de Mata Atlántica, el último remanente continuo de este bioma en el mundo.
“La herida que provocan en la selva del lado brasileño, es una herida que nos hacen a nosotros porque repercute de manera directa en nuestro territorio y en nuestras vidas; basta recordar que compartimos los ríos”, agregó por su parte Raúl Aramendy, también de Kaapuera.
Y agregó que “estamos en un tiempo donde el monte no puede y no debe retroceder un paso, debe restaurarse cada metro cuadrado de selva, y los funcionarios públicos y los ciudadanos tenemos la obligación de contribuir a que esto ocurra porque de lo contrario aumentarán los problemas sociales, económicos y sanitarios; a nadie escapa que todos estos aspectos están estrechamente vinculados a la permanencia del monte y a la calidad ambiental”.
En consonancia, desde Kaapuera recordaron la intrínseca relación entre la Nación Guaraní y la Mata Atlántica, alertando que su fragmentación atenta contra el pueblo originario.
“El Parque Nacional Iguazú, en cualquiera de las márgenes del río homónimo, es parte de la selva interminable de la gran Nación Guaraní, territorio ancestral que sigue siendo un tesoro sin límites para la cultura originaria de lo que hoy llamamos América; para estos pueblos naciones no hubo ni habrá límites fronterizos, y por eso el compromiso es común entre quienes habitamos la región”, describió Claudio Salvador, ambientalista.