La creencia de que es necesario ingerir más calorías en invierno por el frío es un mito, aseguran especialistas en nutrición, quienes explicaron que “la cantidad de calorías no depende de la estación del año en la que estemos” sino de la edad, el sexo, la contextura y la actividad física de cada persona.
“Depende fundamentalmente de lo que nuestro cuerpo necesita, el valor calórico para desempeñar todas las actividades a lo largo del día”, dijo a Télam Silvina Tasat, nutricionista y vocal de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).
Para la especialista, lo que sucede en invierno es que “se necesita sentir más calor, que la comida sea más caliente. Cuando uno come algo más calentito siente más gratificación y muchas veces las personas se agarran de eso para comer preparaciones más copiosas y calóricas como los guisos o el chocolate, pero no es que uno tenga la necesidad de consumir más energía”.
Florencia Sauter, nutricionista en el Instituto de Neurociencias Buenos Aires (Ineba), afirmó que “la creencia de que necesitamos más calorías por el solo hecho de que hace frío podría venir de épocas muy antiguas en las que la temperatura corporal se mantenía a expensas de los alimentos porque no existían las formas de obtener calor que tenemos hoy, mediante abrigos térmicos o artefactos de calefacción”.
“Esto, de alguna manera, quedó impreso en nuestra memoria genética y, por lo tanto, tendemos a repetir ese comportamiento”, agregó, y advirtió que “al incorporar alimentos más calóricos a nuestra dieta y disminuir el tipo de actividad, algo común en la época invernal, estamos haciendo un balance calórico positivo que va a repercutir en más peso”.
Las profesionales coincidieron en la necesidad de mantener una alimentación saludable durante todo el año y subrayaron que “el frío no puede ser motivo para dejar de comer dos grupos de alimentos que son muy importantes: las frutas y las verduras”.
Las Guías Alimentarias para la Población Argentina (Gapa) elaboradas por el Ministerio de Salud de la Nación recomiendan un consumo diario de cinco porciones de frutas y verduras variadas en tipo y color, mientras que desaconsejan el consumo de bebidas azucaradas y productos envasados con altas cantidades de sodio, azúcares y grasas.
“La naturaleza tiene una sabiduría particular porque ahora los vegetales y frutas de estación son más ricos en vitamina C, que es lo que más necesitamos para este período de invierno para protegernos contra el resfrío y la gripe”, añadió la nutricionista.
Entre los vegetales y frutas de estación se encuentran acelga, brócoli, espinaca, batata, papa, ajo, cebolla, puerro, calabaza, repollo, zapallo, mandarina, durazno, naranja, pomelo, limón, manzana y pera.
Si bien es recomendable consumir estos alimentos crudos para no perder sus nutrientes, las profesionales afirman que en época invernal se pueden elaborar platos con vegetales rellenos, al vapor, grillados, al horno, en forma de budines o como croquetas.También se pueden realizar preparaciones calientes en guiso.
“El tema es el agregado de la panceta o el chorizo, todas esas grasas saturadas que no son saludables, pero se pueden hacer guisos muy ricos y saludables con legumbres y vegetales”, apuntó Tasat.
En tanto, la médica Virginia Busnelli, especialista en nutrición y directora del Centro de Endocrinología y Nutrición (Crenyf), hizo hincapié en incorporar durante el invierno hábitos enfocados en la salud y no solo en el control de peso, como realizar actividad física.
“Es normal que el frío colabore con salir menos, si es así busquemos opciones y alternativas para hacer en casa. Recordemos que la actividad física mejora la salud de los huesos, disminuye los valores de colesterol y triglicéridos, ayuda a normalizar los valores de presión arterial y previene el riesgo de padecer enfermedades”, explicó Busnelli.
Otra recomendación de las Guías Alimentarias es tomar dos litros de agua por día.
“Por más que deberíamos guiarnos por nuestra sed, muchas veces no escuchamos las señales de nuestro cuerpo, por lo que tener una botellita que nos siga y nos ayuda a tener control de nuestro consumo de agua puede ser una muy buena estrategia”, indicó.
Tasat agregó que “se suele tomar más infusiones calientes cuando hace frío, pero la reina de la hidratación siempre es el agua, insistimos en que hay que tomar agua por más que uno tome infusiones”, y subrayó que “hay que tomar agua aunque uno no tenga sed porque cuando aparece la sensación de sed ya nos falta bastante líquido”.
En referencia a las infusiones, la nutricionista aseguró que “lo ideal es consumirlas sin azúcar”, y sugirió bajar el consumo de azúcar de forma gradual para “ir acostumbrando el paladar a los sabores más naturales”.
“Es verdad que hay que dedicar más tiempo a la elaboración porque no son tan prácticas o sencillas, pero invertir tiempo en idear y preparar lo que vamos a comer es una buena inversión, sin dudas”, concluyó.
Fuente: Agencia de Noticias Télam