El Instituto Roque González demostró una vez más que en los momentos difíciles es cuando la gente más se compromete para ayudar al que menos tiene y eso se refleja en la bicicleteada solidaria, una actividad con sello propio que por la pandemia aún vigente de COVID-19 debió realizarse en forma virtual, que logró reunir el mayor número de donaciones de todas las 21 ediciones.
En la mañana de la víspera, el apoderado legal de la institución, el padre Juan Rajimón, exhibió con orgullo el resultado del trabajo de todo el equipo del colegio, con mesas repletas de alimentos no perecederos perfectamente acomodados y clasificados, como así también artículos de limpieza que desde hoy y la semana próxima serán distribuidos a los distintos puntos de la provincia.
“La verdad que este año, en medio de una crisis económica y de la pandemia, los chicos han colaborado muchísimo y la solidaridad se multiplicó. La gente acercó las donaciones, las empresas también aportaron cada uno en la medida que pueden y eso nos llena de satisfacción”, explicó Rajimón.
Este año el lema de la bicicleteada fue “Con la Solidaridad ganamos todos” y se extendió desde el miércoles 26 de mayo hasta el 7 de junio, período en el cual los alumnos de los diferentes niveles educativos podían acercar las donaciones.
Mientras afuera del salón seguían llegando más cajas de leche, Rajimón detalló que “en el recuento que hicimos hasta ayer (miércoles) contabilizamos 5.500 kgs de alimentos, entre los que podemos mencionar azúcar, harina, fideos, arroz, polenta, además de unos 550 paquetes de leche en polvo, unas 1.800 unidades de aceite, por citar algunos. Fue una muy buena respuesta de la comunidad de Posadas en este tiempo que cuando más difícil es, más colabora”.
El destino de las donaciones, apuntó el sacerdote “son, en principio, los tres hogares de la Fundación Padre Guillermo Liam Hayes en Oberá, las comunidades aborígenes en las cuales trabaja la congregación en la zona de Capioví, Cuña Pirú, Puerto Rico, hasta Perutí y las escuelas bilingües. Después tenemos los comedores de la zona de Villa Cabello, Fátima, Paso a Paso, Santa Teresita, Hogar San Ramón de Iguazú, en Garupá, son varios más. Quienes quieran acercar más donaciones serán bien recibidas porque la ayuda no se termina acá”.
Recordó Rajimón que “el año pasado no habíamos podido realizar la bicicleteada por las pandemia pero la solidaridad no puede quedarse de brazos cruzados es por ello que cuando apenas arrancamos los propios alumnos nos pidieron para que la llevemos adelante, al igual que las familias y desde los propios comedores que reciben esta ayuda. Es por eso que no dudamos y se diagramó en este formato que resultó muy exitoso”.