Para incorporar nuevas herramientas a la provincia durante la segunda ola de la pandemia, ultiman los detalles de un laboratorio móvil con bioseguridad Nivel II+ para testear COVID-19, entre otras enfermedades virales. Esto surgió por la unión entre dos proyectos gestionados desde la UNaM y los laboratorios del CONICET en la provincia.
El secretario general de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Misiones, Pedro Zapata, contó a PRIMERA EDICIÓN que, en su momento, entre los proyectos seleccionados a nivel nacional durante la pandemia, “se seleccionaron dos lugares en la provincia para que estuvieran a disposición en el caso de desbordarse las capacidades de diagnóstico“.
“Uno es el laboratorio del Instituto de Biología Subtropical y el otro es el laboratorio de biomedicina que tiene capacidad de seguridad nivel II+ que se llama Madar, que esperamos que terminen unos detalles. El diseño es innovador y el constructor es un graduado de la Universidad”, contó.
Desde el equipo científico de Madar, la doctora en biotecnología Karina Salvatierra señaló que “la Universidad Nacional de Misiones a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología recibieron un subsidio de 15 millones de pesos para hacer un fortalecimiento de las capacidades de investigación. Con esto, se construyó un laboratorio en una estructura innovadora para que pueda ser móvil. Si bien ahora está detrás de la Biofábrica, la idea es trasladarla hasta el Campus”.
El objetivo del proyecto “es potenciar la investigación en vigilancia epidemiológica para que en el caso de que se necesite el Ministerio de Salud pueda contar con la ayuda de la UNaM. Está preparado para trabajar con patógenos de enfermedades infectocontagiosas emergentes, endémicas y ahora abocados a la pandemia”, agregó.
Salvatierra explicó que “se hizo un convenio con el ANLISMalbrán y el INMET de Iguazú para validar todas las cabinas de bioseguridad y las estrategias diagnósticas en los próximos días. La idea es que pueda brindar una capacidad de diagnóstico en el caso de que la provincia se vea desbordada en pandemia y necesite ayuda, tal como sucedió en otros puntos del país con universidades como la UBA”.
Entre los investigadores del Instituto de Biología Subtropical, Julián Ferreras indicó que “el IBS es un instituto de doble dependencia UNaM-CONICET. Como laboratorio obtuvimos el año pasado un subsidio nacional abalado por la provincia para ampliar la capacidad diagnóstica de COVID. Como teníamos equipamiento para PCR y experiencia en trabajos de laboratorios de mayor seguridad, nuestro proyecto tenía como objetivo adecuar un espacio, personal disponible y tener una capacidad de diagnóstico ante una eventual emergencia”.
Sin embargo, aclaró que “al poco tiempo de ser aprobado, el Ministerio de Ciencia de Nación articula con las universidades proyectos de fortalecimiento. Por tanto, se juntaron dos proyectos y esta semana estaría todo listo para ser validado el laboratorio con test diagnósticos, a disposición de la provincia. Este espacio, entre otras cosas estará validado para diagnóstico COVID”.
Ferreras precisó que “tanto la infraestructura como la dinámica dentro está diseñado para cuidar la bioseguridad que requiere manipular este tipo de patógenos. En cuanto a la validación, es requerida para que toda la metodología esté a la altura de la calidad requerida para un diagnóstico de este tipo, con una precisión de un test”.
Remarcó que, para Misiones, “su capacidad quedará instalada más allá del COVID para trabajar con otros patógenos, por ejemplo, otro de los proyectos es para trabajar con tuberculosis que también requiere un nivel de seguridad alto, además de diferentes virus y su necesidad de bioseguridad”.
Esta infraestructura “es un laboratorio modular. Está construido en un conteiner con la posibilidad de hacerlo móvil y esta semana será traslado, pero está todo listo para su funcionamiento y esperamos la validación del test diagnóstico, entre ellos COVID”, finalizó.
Para el diagnóstico
Durante el 2020, “la pandemia desnudó la necesidad local de contar con instrumentos de diagnóstico propios y de investigación dentro de las universidades”, explicó el investigador del IBS, Julián Ferreras.