
Comenzaron ayer a ventilarse, en juicio oral y público, los pormenores de lo ocurrido el 16 de diciembre de 2016 cuando Jennifer Guayare que entonces tenía 25 años sufrió lesiones gravísimas que la dejaron cuadripléjica. Su pareja, Javier Orlando Batista (40), enfrenta la acusación de “lesiones graves calificadas por violencia de género”.
La audiencia en el Tribunal Penal de Oberá comenzó a las 8.30 y con el debido protocolo sanitario de pandemia. El primero en declarar fue el imputado, dueño de un gimnasio y dedicado al fisiculturismo, quien llegó en libertad al debate.
Ante el tribunal conformado por los jueces Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Orlando Moreira, Batista aceptó dar su versión de los hechos. Relató que la noche mencionada fueron con su familia al festejo por el Día del Camionero en el Club Cooperativa. Ya en el salón dijo que “había mucha bebida y ella vio una marca de champagne que le gustaba”.
Según señaló Batista ella se lo invitó aunque sabía que él no tomaba alcohol. “Después llegó su padrastro, y se puso a tomar con ella. En dos horas, ambos se tomaron cinco botellas”.
Luego, dijo que en una mesa había una chica conocida de su pareja. Comenzaron a recordar sus épocas de cuando eran solteras. Hablaban muy alto y los comentarios no eran los adecuados para un ámbito en el que estaban con sus familias. Indicó que él le llamó la atención porque ya estaba borracha.
Amplió su declaración y dijo que ella se enojó y le dijo “sos un hijo de puta, por lo menos una vez dejame tomar cuando salimos”. “Después le trajeron dos champagne más”, recordó pero insistió que “los tomó sola”.
Siempre según el relato de Batista, al momento de irse, él se adelantó, fue hacia el pasillo y ella desde atrás empezó a correr. Le quiso agarrar del brazo, el se sacó y siguió. Después escuchó un ruido y un grito de dolor. La vio sobre el empedrado con la cabeza apoyada arriba del cordón. Le preguntó que le pasó y ella le respondió “me caí”. Tras llevarla al hospital un médico preguntó qué pasó y “ella le manifestó que se cayó”, recordó.
Respecto a la pérdida de sensibilidad en las piernas el facultativo le habría dicho que se debía a que era por “el estado de ebriedad era muy alto”. El acusado dijo que le insistió para quedarse con ella, pero el médico le dijo que no. “Al otro día, me llamó su hermana acusándome que yo la había dejado tirada en el hospital.

“Me levantó de los cabellos”
Para que no se cruzara en el recinto con su expareja, Jennifer Guayare fue convocada para las 10. Contó en la sala que esa noche se encontró con una amiga a la que hacía años no veía: “Me puse a charlar con ella y le dije una frase que detonó todo: ‘Te acordás esas noches de daiquiri’. Ella me dijo entre risas mejor no recordarlo. Cuando terminé de hablar, me di vuela y vi que él (Batista) ya estaba diferente. Le hablé y me dijo que yo era una puta y que recordaba el pasado porque quería estar con otros hombres”.
Agregó: “Batista se levantó y fui atrás de él, cuando voy a agarrarle la mano él se dio vuelta y me jaló del cabello. Sentí que me levantó con fuerza, cerré los ojos y después no sé qué pasó. Cuando me desperté estaba ensangrentada y no sentía el cuerpo. Él estaba sacudiéndome diciendo no, no”.
Recordó que le hablaba muy bajo porque no tenía fuerzas. “Al llegar al hospital le decía al médico que me dolía mucho el cuello que no sentía el cuerpo”.
“Cuando hizo pasar a esa persona (Batista), empecé a decirle que él me golpeó pero no dijo nada y se fue, me dejó sola, no avisó a mis padres ni a nadie”.
“El médico me trató de borracha cuando yo le dije lo que me pasaba. Me dejaron con el suero. Ya en el Hospital Madariaga (Posadas) me preguntaron si yo había tenido un accidente de moto, les dije que no, que me había golpeado mi pareja”.
“Perdió la estabilidad y cayó”
La hermana del acusado también declaró ayer: “Alcancé a ver que ella intentó bajar a la calle y ahí perdió la estabilidad, cayó hacia atrás y se golpeó la cabeza contra el cordón”.
“En eso Javier se dio vuelta y corrió para ayudarla. Mi hermano y yo la subimos al auto y la llevamos al hospital. Le explicamos al médico lo que había sucedido además de que se había tomado mucho. Nos dijo el doctor que no sentía las piernas por el estado de ebriedad en el que se encontraba”.
“Se cayó solita”
La última testigo del día fue la madre del encartado quien indicó haber visto a su hijo salir detrás de Jennifer. Que le chistó a la joven pero como no le hizo caso entendió que algo pasaba.
“Cuando llegaron a la vereda ella le quiso agarrar y él lo evitó. Seguí tras ellos y cuando Javier bajó a la calle para cruzar, ella cayó boca arriba. Lo que pasó fue eso, ella cayó solita. Hasta hoy no entendemos por qué ella hizo lo que hizo. Hoy podría estar con Javier y la estaría cuidando. Ella contó que se había caído, no sé por qué al otro día cambió todo”.