Hoy más que nunca, los niños, necesitan estar activos físicamente y fortalecer su espíritu. Practicar un arte marcial puede ser una opción muy completa para acompañar su crecimiento.
Este deporte se ha convertido para aquellos que lo practican en una forma de vida. Es un instrumento para alcanzar un equilibrio tanto físico como mental.
El taekwon-do busca la realización del ser humano en todos los sentidos. En el caso de los niños, les ayudará a atravesar las etapas más complicadas, adquiriendo importantes valores personales y hábitos de vida saludables.
Beneficios físicos
Mejora la fuerza muscular, así como la resistencia cardiovascular.
Aumenta la elasticidad, agilidad y flexibilidad.
Ayuda a desarrollar las capacidades de coordinación y equilibrio.
Aporta control y conocimiento del propio cuerpo. Dado que esto se consigue a través de movimientos básicos, pero de alto nivel técnico, los preparará para futuras actividades de mayor dificultad, en cualquier deporte.
Beneficios psicológicos y sociales
El taekwondo además ayuda a templar el carácter de los niños. Aquellos con altos niveles de energía se vuelven más tranquilos y conscientes de su cuerpo y entorno. O, poniendo otro ejemplo, los niños más tímidos e introvertidos ganarán confianza, autoestima e iniciativa.
Aporta gran concentración y disciplina.
Al lograr dominar su cuerpo, ganan autoestima y seguridad en sí mismos. Además, aprenderán a interactuar con su entorno de forma más eficaz.
Se fomentan importantes valores como la honestidad, lealtad, compañerismo, trabajo en equipo, respeto y humildad.
Desde los 4 años es una buena edad para comenzar jugando a descubrir esta disciplina, llena de beneficios para los más pequeños.