A veces, si no son la mayoría de ellas, nos detenemos muchísimo tiempo a pensar si vamos a decirlo, si nos conviene, si sufriremos por ello o haremos sufrir o molestar a quien queremos o respetamos. Perdemos tanto tiempo en esa pre-ocupación y en la emoción de vergüenza, dolor, respeto, temor o cualquiera sea la emoción que nos aparece, frente a lo que necesitamos expresar de nosotros.
He comprendido con el paso de los años que nos debemos a nosotros mismos, el hablar.
Nos debemos el poder expresarnos sin preocupación, vergüenza o temor. La sensación de liberarnos de determinadas emociones, siempre con amor, nos hace sentir mucho más livianos y a la otra persona, le deja la certeza de saber con quién está compartiendo sus días, o su vida.
Por otro lado, una vez tomada la decisión surgen nuevos sentimientos (somos complejos los seres humanos, ¿no?): la nueva preocupación o vergüenza por haber sentido lo que sentimos o haber dicho lo que dijimos.
Analicemos estos sentimientos y llegaremos a darnos cuenta que, al contrario, deberíamos estar agradecidos; deberíamos eternizar el tiempo en que hicimos o dijimos todas esas cosas; no debemos olvidar cómo fuimos y nos sentimos en ese momento, porque fue el momento que pudimos ser nosotros mismos.
No se trata de olvidar y cerrar ese episodio, ni olvidar a la persona con quien tuvimos que ser honestos, sino de no olvidar cómo fuimos nosotros en ese entonces, por más que esa historia hoy sea, historia. Solo así vamos a darnos cuenta de lo importante y beneficiosa que resultó la experiencia.
Resulta esperanzador y reconfortante pensarlo así y aún más lo es, el haberlo hecho.
Piensen que de no haberlo hecho hoy estaríamos en la posición más cómoda: la zona de confort: Porque es mucho más cómodo sufrir que actuar; es más cómodo dejarse perdonar y liberar por el otro, que liberarse a sí mismo; es más cómodo hacer depender nuestra salvación de otra persona, que de nuestra propia fuerza y finalmente, es más cómodo saberse amado por los demás, que amarse a uno mismo.-
Hasta la próxima.