¿Cuántas veces abandonamos luchas que teníamos ganadas? ¿Cuántas veces tiramos la toalla por la edad, por la inteligencia, por el aspecto físico o porque no teníamos tiempo?, cuando en realidad ya lo teníamos casi ganado. O tal vez, ya era nuestro, pero queríamos más.
Reinventarse es ver -a partir de ahora-, que los objetivos que tanto queremos no van en línea horizontal sino en pendiente, con pedregullo, a los saltos y los tumbos.
Nunca tiremos la toalla, jamás. Con estas toallas nos secaremos el sudor, la sangre y las lágrimas cuando alcancemos la meta. Amemos la dificultad, lo fácil no tiene valor.
Ya sé, pensarán: “Quiero algo fácil. Todo me ha costado tanto que es hora de que me llegue lo fácil”. Pero no porque lo fácil se va fácil.
Así de simple. Y no me refiero a las cosas materiales. Me refiero a que lo que no nos ha costado porque NO NOS HA ENSEÑADO NADA.
En consecuencia no tenemos nada aprendido y nada dejaremos a nuestros hijos.
Porque detrás de una puerta que se nos cierra siempre hay otra o quizás hay una ventana.
La vida es entender qué cosas nos aportaron nuestras experiencias y aceptar que no debemos quedarnos demasiado tiempo en los lugares donde hemos aprendido lo suficiente. Ya sea bueno o malo.
Reinventarnos es eso: girar los pomos de las puertas, amar lo que nos sucede y encontrarnos frente a nuevos retos.
¿Acaso no pensaron alguna vez que están hartos de tener miedo?, de pensar: “¿hace cuántos años que llevamos aceptando que nuestra vida es esta, la que estamos viviendo, que la vida es todo lo que nos pasa y no lo que podemos construir?
El secreto está en que no se trata de sufrir, se trata de comprender el sufrimiento. No se trata de transgredir lo prohibido, se trata de no darle valor. Se trata de enfrentarnos. De ver a qué le tenemos miedo, imaginarlo y ver que en el fondo, el monstruo no era tan grande y que todo residía en nuestro pensamiento.
Permitámonos ser todo lo que queremos ser. No tengamos miedo de ser la persona en la que nos hemos convertido.
Y ser valientes. Valientes para explorar, para investigar y para crear algo nuevo. Sólo se trata de eso. Hasta la próxima.