Así sabemos que el cerebro consume el 20% de glucosa que ingerimos como nutriente, ya que es el que más energía demanda. Por lo tanto hay que brindarle una dieta adecuada y ejercitarlo para mantener la flexibilidad mental, la atención y la concentración. Hay que agregar que a partir de los 65 años existe una fuerte posibilidad de desarrollar demencia u otra enfermedad neurodegenerativa.
El Dr.Luis M.Labath, médico de la Asociación Educar, explica que el cerebro alcanza su plena madurez a los 30 años y a partir de ahí comienza el proceso de envejecimiento que será más o menos rápido dependiendo de que la persona adopte hábitos de vida saludables que disminuyan el riesgo de presentar un precoz deterioro cognitivo.
Las siguientes sugerencias, de probada efectividad, fueron indicadas por el Dr.Labath para cuidar la salud cerebral.
1- Comer menos. La comida poca, suficiente y saludable, aumenta la producción de neuronas en el hipotálamo, favoreciendo los mecanismos de reparación neuronal.
2- Hacer deporte regularmente. Mejora la plasticidad cerebral, clave del aprendizaje y memoria.
3- Realizar ejercicios mentales diariamente. Jugar al ajedrez, resolver problemas matemáticos, aprender idioma nuevo, leer, etc. reduce la probabilidad de desarrollar demencia.
4- Viajar. O simplemente salir de la rutina que es nefasta para el cerebro. Lo nuevo mueve las neuronas!!
5- Vivir en compañía. Y establecer buena relación con los que nos rodean estimula al cerebro.
6- Adaptarse a los cambios. Los cambios son constantes y la adaptación a ellos requiere flexibilidad. Lo opuesto es la rigidez que endurece el cuerpo y la mente.
7- Evitar el estrés. Los corticoides que se liberan dañan las conexiones cerebrales.
8- Dormir y descansar. Durante el sueño el cerebro borra la información innecesaria y organiza la que sea de interés. Ademas se reparan los tejidos dañados.
9- Cultivar el optimismo. Da fuerzas y ganas de vivir.
10- Ser agradecida.
11- Disfrutar de las pequeñas cosas.
En síntesis, ayuda al cerebro salir de la zona de confort y aceptar el desafío de vivir cada día algo nuevo generando conductas de adaptación.
Fuente: https://asociacioneducar.com/