La provisión de agua en la ciudad de las Cataratas sigue siendo un problema en algunos barrios; sin embargo en otros el servicio está casi normalizado. En la jornada de ayer el río Iguazú evidenció una bajante en horas de la mañana y pasado el mediodía volvió a repuntar.
Esto permitió que -primero- se trabaje con bomba chica por un rato; y tras la suba del nivel río, el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS) pudo bombear con dos equipos. “La ventaja es que ya hay presión en las líneas entonces se recupera más rápido”, señalaron las fuentes oficiales a PRIMERA EDICIÓN.
A la vez, remarcaron que “de igual manera algunos lugares todavía tienen problemas, pero son casos más puntuales”.
El río Iguazú había registrado una bajante importante durante Semana Santa y esto afectó el bombeo de la planta potabilizadora, que tuvo que trabajar con la toma del arroyo Mbocay pero -de igual manerase registró la faltante del servicio en toda la ciudad.
La bajante estuvo asociada, según se indicó, a las maniobras realizadas río arriba por las represas, generando así un problema en la ciudad.
Si bien toda la ciudad fue afectada y se quedó sin agua, los barrios más alejados o que están ubicados en zonas altas fueron los más damnificados y tuvieron que ser asistidos por los bomberos voluntarios de la ciudad de las Cataratas, como así también se acercaron a brindar ayuda los cuarteles de Puerto Esperanza, Puerto Libertad, Montecarlo y San Pedro, que se encargaban de acercar el líquido vital a los domicilios y al hospital local. En algunos casos, los vecinos no contaron con el servicio por unos cinco días.
Por otro lado y debido al faltante de agua por tantos días, los vecinos habían salido a las calles para manifestarse y exigir la provisión del vital líquido. Además, se comprometieron a armar una mesa de diálogo para abordar la problemática.