La Organización de las Naciones Unidas (ONU) pide a gobiernos, agentes sociales y a las personas en general que fomenten una “Cultura de Paz con Amor y Conciencia”. Pero ¿qué quieren decir con la palabra conciencia?
La conciencia es algo difícil de explicar por lo abstracto del término. Si nos fijamos en la etimología de la palabra, el vocablo proviene del latín conscientia (“con conocimiento”). Eso significa que la palabra conciencia se refiere a aquello que el sujeto o ser humano conoce.
Pero Naciones Unidas amplía el significado de esa palabra a un sentido más social. Se trata de proteger a las generaciones futuras de las guerras, de que el ser humano actúe con valores de justicia, democracia, solidaridad y derechos humanos. Se trata de que todas y cada una de las personas, pero también las sociedades y los gobernantes, actúen guiados por valores de paz y amor. Una conciencia colectiva que se debe fraguar en todos y cada uno de nosotros.
La ONU pretende fomentar esta cultura para extender en todo el mundo este cambio de conciencia. Para fomentar esta idea son necesarias actividades educativas, culturales, sociales y cívicas, dirigidas a todas las edades y a todos los grupos sociales, de forma que cualquiera tenga la oportunidad de dar, aprender y compartir. Se trata de que la cultura de paz sea inseparable de la cultura como tal.
El concepto de una cultura de paz surgió como tal en el Congreso Internacional sobre “La Paz en la Mente de los Hombres”, que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) organizó en Costa de Marfil en julio de 1989.
Pero yendo más allá, se encuentra el antecedente en la Constitución de la UNESCO, adoptada hace más de 50 años, en la que se pide a esa organización que exija los baluartes de la paz en la mente de los hombres.