Claro está, el índice se vio impulsado por una pandemia global y la cuarentena local, combinada con una alta tasa de inflación.
Al mismo tiempo, la indigencia se ubicó en el 10,5%, frente al 8% del mismo período de 2019. En números totales, en los principales núcleos urbanos del país hay 12.000.998 personas pobres, es decir 2.926.890 hogares que están en esta situación; mientras que quienes se encuentran en situación de indigencia son algo más de 3 millones de personas.
Una auténtica calamidad tratándose de una país con capacidades productivas monumentales, pero que al mismo tiempo explica su estrepitoso fracaso en el espantoso desempeño de su clase política.