Él aprendió de chico con una tía, pero “sólo sabía hacer el punto cadena, después Silvia me enseñó el resto. La gente al verme se queda admirada y me felicitan por romper el prejuicio de que el crochet es sólo para mujeres”, cuenta Mariano de cuando las ferias se realizaban los fines de semana.
Cuando Mariano teje se siente “concentrado y no escucho nada en el exterior, y yo emprendiendo con ella este negocio me siento muy bien muy feliz. Creo que hacer lo que te gusta y que sea tu trabajo es la máxima felicidad”.
Si bien trabajan juntos es Silvia quien se dedica a tiempo completo mientras que él tiene además otro trabajo.
Ambos comenzaron tejiendo accesorios para el baño y otras prendas blancas, pero ahora se dedican a los amigurumis y arman combos personalizados. Todo a pedido, aunque siempre tienen algunos trabajos hechos para quienes deseen hacer regalos como la novedosa “ovejita negra” que hace furor y lleven pedidos porque siempre hay una “oveja negra” en las familias.
Lo notable es que ella aprendió a tejer hace siete años, “casi al mismo tiempo que lleva nuestro emprendimiento ‘Nubecita de manualidades’. Aprendí con las revistas, investigando puntadas, mirando videos en YouTube”. Y así cuando ella está tejiendo siente “tranquilidad por las cosas que podemos hacer con nuestras manos” y por lo general siente “ansiedad por ver el trabajo terminado y conocer la opinión de los clientes”.
Y como pareja, para ambos “emprender juntos es lo mejor, nos acompañamos en todo momento, en la elección de los materiales, en las formas de presentación de cada pedido, seleccionamos juntos los colores, las combinaciones y compartimos ideas para nuevos proyectos”. Cuando el amor es equipo. (Por R.T.)
Para hacer pedidos y mirar en facebook Nubecita de manualidades o por whatsapp al 3765-075810