Un vuelo de la estatal BOA aterrizó este miércoles a las 6.13 local (10.13 GMT) en el aeropuerto de Viru Viru en Santa Cruz, el más importante del país procedente de la ciudad china de Beijing con escala en Madrid.
Una comitiva encabezada por el presidente boliviano, Luis Arce, y el embajador de China en Bolivia, Huang Yazhong, y varios funcionarios de Gobierno aguardó la llegada de este cargamento de 500.000 dosis de la vacuna de Sinopharm que desde este jueves se distribuirá a los nueve departamentos de Bolivia.
“Ahora así a vacunar porque el pueblo lo necesita” manifestó Arce durante un breve discurso en la pista del aeropuerto para luego hacer la verificación de la carga que llegó a suelo boliviano.
El mandatario señaló que de las 500.000 vacunas chinas Sinopharm 400.000 fueron compradas por Bolivia mientras que las 100.000 restantes son una donación del Gobierno chino, con lo que dijo se tiene una solución de “manera estructural” al problema de la pandemia.
Por su parte, el embajador chino mencionó que la dotación del medio millón de vacunas, comprometidas gracias a la firma de un contrato a principios de este mes, “ha superado las dificultades” como las “diferencias de horarios” a través de un trabajo “día y noche” para cumplir con su envío.
Junto a las dosis de inmunización también llegó material médico para el combate contra la pandemia como respiradores y otros insumos donados por China hace algunos meses.
“Exhortamos a todos los médicos en lugar de hacer huelgas que se pongan a vacunar porque el pueblo está esperando su servicio” fue el llamado del mandatario boliviano al sector médico que este miércoles cumple su sexto día de huelga.
Los médicos bolivianos sostienen un paro en protesta contra la ley de “Emergencia Sanitaria” promulgada por el Ejecutivo del país que consideran punitiva y no consensuada con el sector.
Esto ha provocado marchas del gremio en las principales ciudades del país como La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, aunque los dirigentes han mencionado que las movilizaciones no son del todo contundentes ya que han decidido mantener la atención de pacientes con COVID-19 y los casos de emergencia.
“Mañana (el jueves) estamos iniciando el proceso de vacunación a todo el país“, remarcó Arce porque “ahora le toca al pueblo boliviano”, en alusión a las dosis que comenzarán a llegar a los grupos de riesgo como los enfermos de cáncer y renales.
El presidente recordó también que “muchos médicos están vacunados” con las primeras 20.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V que llegaron a fines de enero y cuya segunda dosis ya se aplica al personal médico de “primera línea” que lucha contra la pandemia.
“El país está en una franca desescalada” del segundo pico de contagios que el país afronta desde fines de diciembre, dijo durante un contacto con los medios el ministro de Salud, Jeyson Auza.
Un último reporte del Ministerio de Salud estableció 1.204 nuevos contagios este pasado martes, un número que contrasta con los más de 2.000 casos diarios que se reportaron en los momentos más complejos en enero, aunque también ha habido jornadas en que los registros han sido entre 500 y 1.000 únicamente.
Para esta etapa, el Gobierno del país ha priorizado la toma masiva de pruebas y la coordinación con las entidades subnacionales, y se ha resistido a decretar cuarentenas rígidas como una medida para proteger la economía del país.
Bolivia ha reportado desde marzo del año pasado 11.508 decesos y 244.380 casos confirmados de la enfermedad.
Para marzo, abril y mayo, el país aguarda la llegada de nuevas dosis masivas como aquellas del mecanismo Covax, Sputnik V y Oxford y AstraZeneca y así llegar a los 15,2 millones de dosis que se aplicará a unas 7,5 millones de personas mayores de 18 años que están consideradas dentro de la “población vacunable”.
Fuente: EFE