
El único detenido por el crimen de Marcelo Antúnez Sequeira (33) se abstuvo de declarar ayer ante el juez de Instrucción 3 de San Vicente, Gerardo Casco.
En la misma audiencia indagatoria el hombre, quien era patrón de la víctima, fue imputado en forma provisoria por “homicidio simple” y seguirá tras las rejas hasta que se resuelva su situación procesal, según lo dictaminó el mismo magistrado.
El acusado de matar al trabajador rural a golpes y arrojarlo a un pozo, fue detenido el mismo día del hallazgo del cuerpo, el pasado sábado en el paraje picada El Progreso, a unos 30 kilómetros del casco urbano de San Vicente.
Muchas pistas orientaron a la policía hacia el sospechoso, pero la más contundente surgió tras el testimonio del padre de Antúnez Sequeira, quien habría afirmado ante las autoridades que el ahora imputado citó a trabajar a su hijo para el 4 de enero de este año. En esa fecha fue la última vez que lo vieron con vida. Luego transcurrieron 40 días de búsqueda en la zona, hasta que finalmente los investigadores dieron con un pozo de unos 30 metros de profundidad, donde hallaron el cadáver en avanzado estado de descomposición. El terreno donde estaba el cuerpo era justamente donde el patrón de la víctima lo citó para realizar labores rurales. La autopsia determinó que lo mataron a golpes. Presentaba “traumatismo severo de cráneo y de tórax”.
Relación conflictiva
A través de testimonios los investigadores establecieron que el sospechoso tenía una conflictiva relación con la víctima. Según la familia, lo acusó de robarle dos garrafas y una máquina de cortar pasto, en tanto que Antúnez Sequeira había amenazado a su patrón con demandarlo laboralmente luego de cinco años de trabajar para él, según manifestó públicamente su padre. Estas desavenencias entre el peón rural y el único sospechoso de darle muerte aparecen como posibles líneas investigativas para tratar de esclarecer el móvil del homicidio, según las fuentes.
El cuerpo de Antúnez Sequeira fue hallado el sábado pasado dentro de un pozo de agua, entre plantaciones de pino, maíz y eucaliptos. Policías y bomberos procedieron a la extracción de piedras, gajos y troncos del interior para poder sacar el cadáver.
Se presume que el o los asesinos intentaron ocultar el cuerpo, sin embargo un olor nauseabundo podía olerse en un radio de 100 metros.
Pidieron domiciliaria
La defensa del único acusado, quien tiene 71 años y cumplirá 72 en abril próximo, solicitó la prisión domiciliaria en razón de su edad y de los problemas cardíacos que lo aquejan. El hombre está detenido en una comisaría.