Su particular interés en las hormonas femeninas se acrecienta por el hecho de que, con la edad, las mujeres tienen tres veces más probabilidad que los hombres de desarrollar pérdidas de memoria e incluso Alzheimer, y ella y su equipo de jóvenes investigadoras quieren saber por qué.
El estradiol, el más potente de los estrógenos, llega por la sangre desde los ovarios al cerebro donde modula el funcionamiento de la memoria actuando sobre estructuras como el hipocampo, implicado en la memoria declarativa (semántica y autobiográfica) y la corteza prefrontal, implicada en el razonamiento y muchas tareas mentales (memoria de trabajo).
Frick y su equipo quieren saber cómo el estradiol mejora la memoria en esos lugares y para ello investigan un proceso similar a la menopausia humana en ratones. Se llama “estropausia” y es la alteración e irregularidad que se empieza a observar en el ciclo de estro de los ratones hembras (similar al ciclo menstrual de la mujer) cuando alcanzan cierta edad, lo que suele conllevar también un declinar prematuro de su memoria.
(La próxima ejercicios para mantener la memoria).