Padres, docentes, personal administrativo y de servicios como directivos de los establecimientos educativos (de gestión pública como privada) necesitan tener claridad en las medidas sanitarias y de organización de la autoridad educativa de Misiones.
Faltan apenas 14 días para que los educadores deban presentarse en las escuelas, a fin de reordenar su día a día en el caso que les toque tener presencialidad.
No será lo mismo trabajar con grupos pequeños de los últimos años de cada ciclo como en 2020 que con toda la población escolar, con la misma infraestructura y el mismo plantel de docentes y personal de servicios.
El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de Misiones (con Miguel Sedoff a la cabeza) como autoridad política del área, debe hacer que se baje claramente el esquema que los epidemiólogos recomiendan para hacer “escuelas seguras” para todos.
Hasta ayer, Sedoff mediáticamente fue errático en sus definiciones. Casi parecía que no habían planificado qué hacer con grupos de 30 o 40 alumnos, que se supone deben tener clases divididos para garantizar el distanciamiento, cuando a la escuela no le sobran aulas.
No pudo explicar cómo se debían organizar (en turnos, fuera de la escuela en un club o la iglesia de la localidad, etc). Y, en ese caso, cómo hará el docente para hacerse cargo de todos además la virtualidad.
El Consejo de Educación, tampoco mostró tener hasta el momento los suplentes para los educadores que son parte del grupo de riesgo, ya sea por edad o condiciones de salud. ¿Van a esperar hasta la última semana de febrero para designarlos? ¿Y las planificaciones del año lectivo?
Todos los actores del sistema quieren ver, además, cuáles serán los aportes del Estado en elementos de limpieza y seguridad sanitaria.
Con apenas algunos ítems, es notorio que a la sociedad le falta información. En especial si la pretensión es masificar la presencialidad voluntaria.