La Asamblea Legislativa Plurinacional (parlamento) de Bolivia sancionó este jueves la Ley de Emergencia Sanitaria que establece un nuevo marco normativo para el combate al coronavirus e incluye la prohibición de huelgas del personal sanitario mientras dure la pandemia.
La norma fue sancionada por la Cámara de Diputados, que la giró al presidente Luis Arce para su promulgación, informaron las agencias de noticias ABI y Sputnik, y el diario paceño Página Siete.
“Quiero dar las buenas nuevas al pueblo boliviano que ahora sí la Ley de Emergencia Sanitaria está sancionada, estamos esperando su promulgación y reglamentación”, dijo a periodistas el presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani.
El legislador aseguró que las bancadas de oposición apoyaron en general el proyecto, lo que permitió que fuera sancionado “casi por unanimidad”.
Explicó que la ley refuerza la autoridad del Gobierno para regular los precios de los medicamentos y de los servicios en los centros privados de salud, así como establece la gratuidad de la vacunación y prevé “medidas alternativas” para aquellas personas que no deseen inmunizarse.
Mamani subrayó que la norma dispone también que “no pueden por ningún motivo suspenderse los servicios de salud” y que se dará prioridad a bolivianos en una prevista contratación masiva de médicos y otros profesionales para combatir la pandemia.
La iniciativa había sido aprobada esta mañana por el Senado, con modificaciones al proyecto original acordadas con el Colegio Médico de Bolivia, por lo que luego debió volver a Diputados.
“El Colegio Médico nos ha mandado la modificación y nosotros la hemos incorporado al pie de la letra, con su punto y coma, no hemos modificado de ninguna manera, lo hemos copiado tal como nos han mandado los artículos 17, 19 y 28”, afirmó la senadora oficialista Virginia Velasco.
Esos artículos de la norma habían sido cuestionados por el Colegio Médico, que incluso amenazó con un un paro de 24 horas, finalmente suspendido este lunes, lo que generó alivio en la población fuertemente golpeada por la pandemia.
Entre otros aspectos, los médicos lograron que se eliminara del texto final la mención taxativa a “paros, huelgas, protestas, jornadas académicas y otros” actos que pudieran provocar la paralización de los servicios médicos.
Precisamente, la norma fue sancionada apenas horas después de que médicos y trabajadores sanitarios del departamento oriental Santa Cruz, el más afectado por COVID-19, declararan una huelga de dos días para la semana próxima -tras haber realizado una de 24 horas esta semana-, en reclamo de una cuarentena regional estricta.
Bolivia acumulaba desde el comienzo de la pandemia 222.447 casos confirmados de coronavirus y 10.571 muertes por la enfermedad, con un promedio diario de más de 2.000 contagios y una tasa de letalidad de 4,7%, según el último balance oficial, publicado anoche.
El país registró en enero los peores datos de contagio de toda la pandemia, con picos de más de 2.800 positivos diarios, y aunque en los últimos días parece haber contenido el repunte, se mantiene por encima del umbral de los dos millares.
Más de 163.000 enfermos recibieron el alta, pero otros 10.571 fallecieron, 58 más que en el balance publicado el martes por las autoridades sanitarias, informó la agencia de noticias Europa Press.
La situación es preocupante en la zona central del país y, especialmente, en Santa Cruz.
Entretanto, el plan de vacunación avanza a ritmo lento, con unas 2.100 personas que ya recibieron la Sputnik V, el fármaco desarrollado por investigadores rusos y que también se aprobó en otros países de la región como la Argentina. Bolivia dispone por ahora de unas 20.000 dosis.
En el marco del convenio Coxax, un mecanismo multilateral impulsado por la OMS para buscar una distribución equitativa de las vacunas en el mundo, Bolivia recibirá 992.430 dosis durante este año.
Fuente: Agencia de Noticias Télam