Este año, por segunda vez, se celebra el Día Internacional de la Fraternidad Humana, en el contexto de la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional, una fecha instituida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para promover la tolerancia, la tradición pluralista, el respeto mutuo y la diversidad de religiones y creencias.
“La base de todos los sistemas y tradiciones de fe es el reconocimiento de que todos estamos juntos en esto y que necesitamos amarnos y apoyarnos los unos a los otros para vivir en paz y armonía en un mundo sostenible. Nuestro mundo está siendo azotado por conflictos e intolerancia hacia el creciente número de refugiados y desplazados internos que se mueven en un mundo hostil y poco acogedor. Desafortunadamente, también presenciamos mensajes de odio que difunden la discordia entre las personas. La necesidad de guías espirituales nunca ha sido mayor. Es imperativo que dupliquemos nuestros esfuerzos para difundir el mensaje de buena armonía con el prójimo como seres humanos y debe ser un mensaje compartido por todas las tradiciones de fe”, argumentan desde la ONU.
Por eso, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 4 de febrero como el Día Internacional de la Fraternidad Humana, en su resolución 75/200.
¿Qué es la cultura de paz?
Una cultura de paz es un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida basados en:
El respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción y la práctica de la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación.
El respeto pleno de los principios de soberanía, integridad territorial e independencia política de los Estados y de no injerencia en los asuntos que son esencialmente jurisdicción interna de los Estados, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.
El respeto pleno y la promoción de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.
El compromiso con el arreglo pacífico de los conflictos.
Los esfuerzos para satisfacer las necesidades de desarrollo y protección del medio ambiente de las generaciones presente y futuras.
El respeto y el fomento de la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres.
El respeto y el fomento del derecho de todas las personas a la libertad de expresión, opinión e información.
La adhesión a los principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia, solidaridad, cooperación, pluralismo, diversidad cultural, diálogo y entendimiento a todos los niveles de la sociedad y entre las naciones; y animados por un entorno nacional e internacional que favorezca a la paz.