La sensación térmica elevada propia de esta época, obliga a tener en cuenta al “golpe de calor”, un cuadro grave que se produce cuando fallan los medios naturales que tiene el organismo para eliminar el exceso de calor en días de muy alta temperatura.
Y así como el sofocamiento y la baja presión afectan a las personas, también ocurre con las mascotas, con la diferencia de que estas no son capaces de regular la temperatura corporal y pueden morir en cuestión de minutos.
“El problema de los calores intensos influye mucho en nuestras mascotas, fundamentalmente en razas de pelo largo y hocico chato como los Bulldog inglés, Bulldog Francés, Boxer, Pekinés, Dogo de burdeos, Chow Chow, Boston Terrier, Pitbull, entre otras razas que son los más vulnerables al calor”, explicó Francisco Javier Hämmerle, doctor en ciencias veterinarias.
Es que los perros y gatos “no tienen glándulas sudoríparas, la única manera de combatir el calor es por medio del jadeo y a su vez, eliminan el calor de su cuerpo por medio de las almohadillas de sus patas”, detalló Hämmerle. Entonces, cuando la temperatura es muy alta, este sistema puede no ser suficiente para eliminar el calor corporal y pone en riesgo la vida de nuestra mascota.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el especialista Hämmerle manifestó que en las últimas dos semanas se registraron varios casos. “Es impresionante, principalmente consultan, pero aumentaron notablemente”.
Atentos
Darse cuenta que el animal está sofocado por el calor es bastante sencillo: “la lengua la saca afuera, respiración acelerada y babea. Cuando es más grave se pone tembloroso, inestable y camina con dificultad, hasta se puede caer. Entonces hay que llevarlo a la sombra, tomarle la temperatura, mojarlo con manguera lo más que se pueda y darle agua a temperatura normal. Un error es darle helada, le puede dar un shock”, sintetizó el doctor Hämmerle. Y agregó que “el animal puede tener incluso vómitos, diarrea y convulsiones”.
Ante los primeros síntomas debemos actuar rápidamente “darle agua, que nunca le falte, si tiene los síntomas podemos mojar una toalla y ponerla sobre el lomo y cabeza del perro, también mojar las patitas y colocar un ventilador”.
Por otro lado Hämmerle aclaró “no debemos llevarlo en el automóvil y menos en el baúl porque se sofoca, puede incluso ocasionar la muerte del animal”.
Si vemos que la situación empeora hay que llevarlo al veterinario “al jadear elimina mucho dióxido de carbono y se da una alcalosis metabólica, un cuadro complicado de acomodar. Hay que sacar el sofoco y hacer un análisis, porque cambian los minerales. Debemos hidratarlo, podemos hacerlo con una bebida deportiva o isotónica usada para rehidratar y recuperar carbohidratos, estos equilibran los minerales que perdió”.
Graves y mortales
El profesional explicó que cada año se ven más casos y muchas veces son graves y mortales, por eso la prevención es fundamental en los animales. “La semana pasada, en un día llegamos a tener hasta cuatro casos, es preocupante”.
Peligro
Cuando un perro se encuentra expuesto al sol, a la intemperie y sin sombra o en un suelo con cemento, en ambientes reducidos y sin ventilación o no le suministran el agua suficiente, puede ser extremadamente peligroso.