La Cámara de Representantes de Estados Unidos hará este martes un nuevo intento de presionar al Gobierno para que destituya a Donald Trump antes de votar la apertura de un juicio político contra el presidente saliente, en su última semana en el cargo, por “incitación a la insurrección” a raíz del reciente ataque de sus partidarios al edificio del Congreso.
Impulsada por la mayoría demócrata de la Cámara Baja, la acusación de juicio político, que empezará a ser debatida mañana, menciona las repetidas denuncias falsas de Trump de fraude en las elecciones del año pasado y el discurso que dio a sus partidarios el 6 de enero incitándolos a marchar al Congreso cuando éste certificaba su derrota en las urnas.
La acusación, presentada este lunes, dice que Trump puso en peligro la seguridad de Estados Unidos y sus instituciones y que seguirá siendo una amenaza para la Constitución y la democracia del país si se le permite continuar en el cargo, pese a que apenas quedan ocho días para la asunción del presidente electo, el demócrata Joe Biden.
“Vamos a demostrar de manera inequívoca que el lenguaje del presidente, las declaraciones que hizo, la promoción de la gran mentira hicieron que la violencia en el Capitolio fuera inevitable”, dijo este martes uno de los coautores de la acusación, el congresista demócrata David Cicilline, a la cadena CNN.
Poco después de presentarse la acusación, el FBI advirtió este lunes de potenciales “protestas armadas” en Washington y en numerosos estados del país por parte de seguidores de Trump el día de la asunción de Biden, el 20 de enero, lo que derivó en la decisión de cerrar al público el capitalino Monumento a Washington por temor a disturbios.
Realzando la naturaleza agorera de la advertencia del FBI, el secretario de Seguridad Interior en funciones, Chad Wolf, jefe de todas las fuerzas de seguridad federales no militares, renunció este lunes de manera abrupta.
Con la acusación de juicio político en el bolsillo, los demócratas intentaron este lunes evitar dar ese paso llamando al vicepresidente Mike Pence y al gabinete a destituir a Trump con la autoridad que para ello les confiere la 25a enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
Una resolución de los demócratas en ese sentido que pedía su aprobación por consenso fue bloqueada por un congresista republicano.
Sin embargo, el pleno de la Cámara de Representantes tiene previsto votar este martes la medida, y se espera que sea aprobada.
Luego de eso, Pence tendrá 24 horas para responder si invoca la enmienda y remueve a Trump de su cargo, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
En caso de negativa de Pence y del gabinete, comenzará el procedimiento de juicio político, agregó la líder demócrata.
Trump ya fue sometido a un juicio político en el Congreso.
Dominada por los demócratas, la Cámara de Representantes lo acusó de presionar al Gobierno de Ucrania para que investigara a Biden en diciembre de 2019.
En un proceso rápido y que nunca tuvo chances de triunfar, fue absuelto por el Senado, de mayoría republicana a inicios de 2020.
A diferencia de ese juicio político, esta vez los tiempos serán más rápidos y se espera que no haya una larga investigación ni extensas audiencias públicas con testigos.
Solo así la Cámara Baja podría aprobar la acusación esta misma semana, como se proponen Pelosi y los demócratas.
Sin embargo, nuevamente, nada indica que tengan los votos en el Senado para alcanzar la mayoría especial que necesitan para destituir el presidente y, mucho menos, hacerlo antes del traspaso del poder del miércoles de la semana próxima.
Biden, que hasta ahora no se había pronunciado sobre la posibilidad de un juicio político, aseguró que tiene tanto “esperanza y expectativa” por esa iniciativa.
Pero también dijo que espera que no sea una excusa para que el Senado no avance en la ratificación de sus nominados para formar el próximo gabinete o en su prometido nuevo paquete de ayuda económica por la pandemia de coronavirus.
Fuente: Agencia de Noticias Télam