Ya estamos a full en enero, calor, seguro que mucho tereré y la cervecita fría de noche, por fin ya estamos en vacaciones, sigas trabajando o no, esa sensación de un poco más de relax existe.
Seguimos viviendo una situación en que la libertad ya no es la misma, pero nuestra actitud cambió y espero que ya el miedo no sea el protagonista de tu vida sino los cuidados para sentir y vivir en completa tranquilidad con el otro.
En este verano te propongo algunos ejercicios para empezar el día o para terminarlo
Si se ponen a sentir seguro van a relacionar esta estación con el rojo o el naranja, todo lo que les de sensación de calor, para equilibrarlo aprovechen los verdes en sus paseos al parque, a la plaza, cuando vayan de campamento observen ese color y disfrútenlo, sentados debajo de un árbol, pisando descalzos y abracen a un árbol, ellos están ahí para ayudarnos a depurar toda la carga negativa que cargamos. No se olviden de decir: gracias, ellos también escuchan y nos sienten, hay muchos que les hablan a sus plantas, bueno el árbol es igual, es puro amor verde.
En caso de estar cerca del río, que no es igual al mar incluso en sus colores, observen que es una mezcla de marrón claro y tonalidades verdes, dependiendo de lo que esté abajo del agua, así que aprovechen esos colores que vean cuando se den un chapuzón, el marrón claro es humildad, contención, cariño, así que no sólo se están refrescando, también se están llenando de estas energías, sientan cuando se sumerjan que también se limpian de todo lo malo y que quede sólo lo bueno.
Muchos disfrutarán de piletas así que el celeste es el protagonista, se pusieron a pensar ¿por qué las piletas son de este color?, seguramente para simular el del agua de mar, pero también tiene muchos otros efectos en nosotros. Este color nos relaja, nos calma, nos da sensación de frescura, aprovechemos la pileta para limpiarnos de mentiras, sí ¡de mentiras! Este color trabaja con la comunicación y con todo lo que no decimos o nos cuesta decir por miedos, culpas o por no querer las timar al otro, el que quiere celeste que le cueste. Bueno, te puede costar decir tu verdad, pero una vez que lo hagas sólo vas a sentir paz, y que ya nada te pesa, creo que desde hoy vas a mirar la pileta de otra manera.
A disfrutar de esta oleada de colores, muchos sin mar ¡y trata de que sean vacaciones estés donde estés!