Nicolás F. Girotti, más conocido como el “Payaso Paqueta”, es un artista callejero y circense oriundo de Catriel, Río Negro. Llegó a Oberá hace un año, para quedarse un tiempo y seguir viaje. Sus planes se truncaron con la pandemia y debió quedarse en la ciudad. “Fue casualidad quedarme, por la pandemia, por suerte me va bien y la gente me ayuda mucho en lo que es mi arte callejero”, comentó. “Vine a participar con el grupo Caciquecirco, hicimos presentaciones por los barrios, fue muy lindo, después se paró todo por el COVID. Mi idea era seguir camino, pero bueno, aquí estoy”.
Se volvió un personaje conocido en los semáforos, donde instala su pequeño equipo de música y hace malabares. Su espectáculo va cambiando, incorpora coreografías y también vestuario. “Valoro el arte callejero, por eso me preparo, me gusta vestirme bien, poner música. Trato de hacer algo diferente, generalmente estamos mal vistos, pero yo quiero cambiar eso, me gusta lo que hago y lo cuido, porque me hace feliz. Vivo de esto hace 10 años”, contó.
“Acá vivo del semáforo que es un punto a favor, estamos aislados de la gente, la gente está en sus autos, uso alcohol en gel, me cuido y cuido a la gente que me rodea. Me muevo por la avenida Libertad, no podemos estar en el centro, respetamos las reglas. No improviso, trato de hacer una producción diferente siempre”.
Malabares con pelotitas, clavas, aros son parte de su repertorio. Siempre con una sonrisa agradece lo poco o mucho que recibe y también saluda a quienes pasan de largo.
“Todo es bienvenido, un peso, dos, lo que sea y si no me dan nada, pero me hacen un gesto de que les gusta mi arte me siento también pagado. La mayoría nos da diez pesos, pero hubo veces que de una me dieron billetes más grandes y hasta mil pesos, eso fue insólito. Eso sorprende, hay gente que valora el arte y para mí eso es buenísimo”, señaló el artista.
Viviendo su sueño
Si bien nació en Río Negro, la mayor parte de su vida fue en Chubut, donde está su familia. “Hablo a diario con mi mamá, mi familia sabe que esto es lo que me gusta. Estudié arte, teatro, mucho tiempo fui parte de El Círculo Circo. Ahí me formé con gente increíble. Participé en convenciones y encuentros de Circo. A los 6 años sabía que quería ser malabarista, artista. El arte callejero es inspiración constante, libertad. Claro que entreno, me cuido, es mi vida”.
Son varios los artistas que aparecen en la ciudad, pero Nicolás marca una diferencia. “Me manejo solo, estoy preparando una bicicleta, mi próximo destino es Ecuador, estoy pensando que en enero o febrero estaría marchando. Igual voy a hacer algunas funciones con todo el protocolo en Plazoleta Leoncito y Plazoleta Malvinas, como para hacer una despedida y un agradecimiento a la gente que me bancó todo este año. Regalarles esperanza de vida a todos, recomendarles que vivan y vivan felices, que hagan lo que aman. El propósito o sueño que tengan que lo encaren, porque cumplirlo es grandioso”, subrayó el Payaso Paqueta.