Otra más que tiene que armar las valijas. Como Paula Jara, Joaquina Sanabria (17) también se probó en San Lorenzo y quedó seleccionada, por lo que la jugadora de Centro pasa a Boedo, equipo con el que competirá en el Torneo Metropolitano. “Voy a darlo todo”, dijo en una charla con EL DEPORTIVO.
La historia es similar a la de Paula: a ambas las convocó Gustavo Arias, entrenador de hockey en Posadas, con la meta de llevárselas a probar a “Sanloré”. “Se comunicó con mis papás y les contó la idea. Él había hablado con Marcelo Garraffo, entrenador de San Lorenzo, para llevarme a probar, si yo quería. Y tanto a mis papás como a mí nos interesó la propuesta”, contó Joaquina, que juega en Centro de Cazadores desde que tiene cinco años.
Su intención siempre fue ir a probar en algún club de Buenos Aires, pero la idea era hacerlo cuando terminara quinto año, es decir, recién en 2022. “En un primer momento se habló de ir en enero, pero después mi mamá me contó que también iba a ir Paula Jara, pero ahora en diciembre. Me preguntó qué quería hacer y le dije que ir ahora. Estaba muy emocionada”, señaló la joven.
Fue así que papás y Joaquina hablaron con Paula para organizarse y luego hubo una comunicación vía Zoom con Garraffo, quien les explicó cómo sería la prueba. Organizaron todo y llegaron para la prueba del 19 de diciembre. “Yo estaba súper nerviosa”, dijo Joaquina, quien entonces agarró el celu y le escribió a su psicóloga deportiva, con quien cuenta gracias a que está becada por el Ministerio de Deportes. “Le dije que estaba muy nerviosa y ella me respondió que me divierta. Pero ese mensaje lo vi recién después de entrenamiento”, dijo entre risas.
Antes de entrar, el propio Garraffo le dijo que se tranquilice y que se divierta y Joaquina también recordó las palabras de Michel Seró en la previa al viaje, quien también la alentó. En la cancha estaba Paula Jara, que le tiró algunos tips sobre cómo jugaban las chicas y además “las jugadoras de San Lorenzo son muy buenitas, hablaban conmigo y eso fue buenísimo”.
Fue una jornada dura de entrenamiento. “Al menos este año, no sé si tuve un entrenamiento con esa intensidad. Fue físico – técnico y después jugaron un partido. Yo pude jugar de volante, que es la posición en la que suelo jugar acá, y jugué a lo que sé jugar”, remarcó Joaquina. “Durante el partido las chicas me iban acomodando en la posición y corrigiendo, entonces me sentí cómoda y segura”, agregó.
Luego del entrenamiento hubo una reunión del equipo con el DT para hablar sobre cuándo comenzará la pretemporada el próximo año, fecha que depende del inicio del torneo: si se juega en marzo arrancará en enero, si empieza en abril, se las espera en el club para el próximo febrero.
“Al terminar el entrenamiento, Garraffo y el preparador físico Fabián Jeanneret, se acercaron, yo estaba con mis papás y mi hermanita Josefina (13), y dijeron que vieron potencial en mí; que todavía soy chica y entonces podía jugar tanto para juveniles como para la Primera”. En la charla no quedó del todo claro si Joaquina había sido seleccionada. La confirmación llegó en Posadas: al lunes siguiente a la prueba, Garraffo llamó y les avisó que Joaquina había sido seleccionada y que la esperaban en Baires en 2021.
La intención del DT es que juegue tanto en Juveniles como en Primera. “Cuando mi mamá me contó yo me puse súper feliz. Es un cambio muy grande”, dijo Joaquina. Desde San Lorenzo están tan interesados en ella, que hasta le ofrecieron una beca juvenil para su vida en el club.
“Es la primera vez que me pruebo en un club de afuera, siempre jugué en Centro de Cazadores, desde que tengo cinco años. Es un cambio y se dio súper rápido. Voy a darlo todo”, remarcó Joaquina que deberá encargarse este verano de cambiarse de escuela y de acomodarse para ir a jugar el Torneo Metropolitano.
Lo bueno es que cambia la ciudad, pero no cambian los colores de la camiseta. “Eso es bueno, porque no te olvidás de tus orígenes, además toda mi familia es hincha de Centro”, dijo Joaquina entre risas. “La idea siempre fue irme a jugar afuera, con mis papás hace un montón lo hablamos, pero todo después de quinto año. Ahora hay una fecha concreta”.
El pase a San Lorenzo cumple varios sueños: jugar en un club de Baires, el primero y “entrenar con Marcelo Garraffo, que tiene mucha historia en el hockey nacional. Quiero aprender de él, ya sea en Juveniles o en Primera. Es todo un honor”; y después “jugar el Metropolitano, que es el torneo más importante del país”. Después de eso, no hay límites para Joaquina.
Para cerrar, la joven agradeció “el apoyo incondicional” de la gente del Ministerio de Deportes, en especial a Michel Seró y Julio Altamirano. “Gracias a los entrenamientos en el CePARD estuve a nivel de las chicas o por lo menos intenté alcanzarlo”. Ahora habrá que ajustar su entrenamiento a lo que demande San Lorenzo, hasta tanto arranque la pretemporada. Otra más que tiene que armar las valijas.