Tiene 27 años, se dializó durante 19 y pasó por tres trasplantes de riñón, los primeros dos, realizados en Buenos Aires, con resultados fallidos.
Ayer, ocho días después del tercer trasplante, esta joven correntina fue dada de alta del IOT con su riñón en pleno funcionamiento y ante la emoción y satisfacción de un equipo profesional que se propuso nadar contra la corriente.
“Después del segundo trasplante que rechacé no quería intentar de nuevo, pero con el tiempo me animé a volver a arriesgarme. Sé que me va a cambiar la vida, me hacía tres diálisis por semana”, indicó a PRIMERA EDICIÓN, poco después de volver a su casa en la localidad de Ituzaingó.
Según confió, en 2001, después del primer trasplante, dejó de orinar “y ahora volví ¡y un montón!”, contó con alegría esta joven que ama cocinar y decidió vivir de eso, “además de vender comida, tengo un kiosco y quiero seguir haciendo esto porque es lo que me gusta”.
Hipersensibilidad inmunológica extrema
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el subjefe del Centro de Trasplante Renal del IOT, el nefrólogo Matías Alarcón, confirmó que “no es para nada frecuente que un paciente tenga tres trasplantes renales pero es factible, como en este caso, en personas que presentan insuficiencia renal desde la infancia”.
Para el IOT, este es el primer tercer trasplante en un paciente renal.
Según detalló el especialista, la paciente entró en diálisis en 2001, cuando tenía solo ocho años y “el primer trasplante fue en 2002 pero el riñón nunca funcionó del todo y tuvo que seguir dializándose. En 2007, a los 14 años, volvió a trasplantarse, también en Buenos Aires, pero rechazó el órgano a las 24 horas y debió volver a diálisis”.
Se puede decir que la tercera vez fue la vencida, pero sería simplificar el trabajo del equipo integrado, entre otros por los médicos Marcelo Ferreyra, Matías Alarcón Lasagno, Oscar Perret, Carlos Ferreyra, Hugo López, Carlos Hobecker, Osvaldo Amerio, Enrique Rivero, Carlos Alfonso, Luciana Alfonso, César Sarasola, Ariadna De Brum, Yanil Nardelli, Paula Balmaceda, Rosana Montero, Andrea Balmaceda, Alejandra Baez, Andrés Ferreyra y Guillermo Vymazal.
“El cuerpo queda con una marca inmunológica con cada trasplante y cada transfusión de sangre, todas esas células y tejidos generan una marca inmunológica por anticuerpos que hace más complejo un próximo trasplante. En este caso, la paciente tenía una hipersensibilidad inmunológica extrema por lo que debimos hacerle mucha inmunosupresión y nos obligó a tenerla controlada al máximo. De hecho, hoy le dimos el alta y el próximo jueves debe volver a su primer control”.
Estaba quinta en la lista
Al igual que su destinataria, el donante del riñón fue una mujer correntina.
Alarcón recordó que al inicio del operativo, la paciente estaba quinta en la lista de espera “pero los pacientes que estaban antes que ella, por diferentes motivos, no pudieron recibir el trasplante. Cuando quedó ella en primer lugar como receptora, en Corrientes nos avisaron que el suero que tenían para ver compatibilidad estaba vencido… ya era de noche pero me contacté con el referente del CUCAIMIS, Luis Esquivel, y le pedí que llevara el suero de la paciente hasta la ciudad de Corrientes y a las dos horas el suero salió desde Posadas rumbo a Corrientes, y a la madrugada ya me informaron que la paciente era compatible. Ese mismo día 20 de noviembre la trasplantamos en el IOT”.
La cirugía no tuvo ninguna complicación y el postoperatorio de ocho días fue realmente breve, tratándose de un tercer trasplante .