En estos tiempos que estamos viviendo venimos recibiendo y absorbiendo informaciones de diferentes fuentes. Nos resulta difícil procesar, ya que podemos sentirnos agobiados, aturdidos o incluso llevarnos a la incertidumbre, todo esto produce un agotamiento mental corporal y un estado de ánimo no placentero.
Reconocer cómo nos sentimos nos da la pauta de qué podemos hacer para no quedar anclados en un estado de ánimo que modifique la vida y los proyectos, incluso los vínculos con la familia y el entorno social.
¿Cómo podemos intervenir nosotros mismos en nuestro estado de ánimo?, regalándonos una interpretación favorable para nosotros. Es como colorear el ambiente, escuchar una música que nos gusta tanto, tenemos el poder transportarlo y transmitir a otros para levantarlos animarlos, seríamos como un faro que alumbra nuestro entorno.
Tenemos la capacidad de alinearlas para nuestros objetivos y metas haciéndonos responsables y activando la capacidad de elección, de amar y amarnos en medio de momentos difíciles, ser una pausa en medio de todo el desorden, el poder de elegir es una verdadera posibilidad que todos tenemos cada día.
También podemos elegir nuestras posturas corporales para activar un ánimo óptimo, podemos escribir, hacer ejercicios de respiración, bailar incluso cantar. Estas actividades ejercitan la imaginación creando pensamientos sanos, elevadores.
Esto nos hace estar conscientes, darnos cuenta cómo estamos dejando que influya la elección que tomamos en nuestra salud corporal y anímicamente, mediante lo que elegimos y nos propusimos a estar mejor.