Lectores que viven en Misiones y en municipios correntinos vecinos se comunicaron ayer domingo con PRIMERA EDICIÓN para exponer sus quejas por las demoras que se produjeron este fin de semana en el control de ingreso y salida interjurisdiccional, por parte de la Policía de Misiones y Salud Pública.
Hubo dos noticias esta semana que auguraban una mayor fluidez que, en la práctica, finalmente no se dio, causando cuestionamientos. La primera fue que Corrientes habilitó el turismo nacional, con lo cual se flexibilizó la circulación y exigencias para moverse por sus municipios. La segunda, que Misiones no exige aislamiento y aplica test rápidos para controlar el COVID-19 a quienes lleguen tanto por vía aérea como terrestre.
De acuerdo a los llamados recibidos de quienes dijeron estar “indignados y desilusionados”, contaron haber llegado al límite entre ambas provincias durante la madrugada pero la bioquímica que hace los test arribó al lugar recién a las 8, con lo cual perdieron horas, se formaron largas colas y luego debieron aguardar el resultado del test para poder seguir camino. En el caso de dos de las personas que brindaron su testimonio a este Diario, pasaron 4 y 6 horas de espera hasta conseguir la autorización.
Aseguraron además que, algunos guiados por el “memo” de Salud Pública que estableció a quién sí y a quién no se hisopa, se encontraron con que los encargados de los controles aplicaron el mismo según su propio criterio. Y que en el lugar los encargados de turno les manifestaron que “funciona así, si no, vuelva a su casa”.
También les recomendaron a los que llegaron antes que la encargada de los test que podían llamar a un laboratorio privado para agilizar el trámite, pero el testeo cotizaba cerca de 8.000 pesos por persona, “con lo cual salía más caro que el propio viaje”, se quejaron.