El Gobierno de facto saliente de Bolivia invitó al líder opositor venezolano Juan Guaidó a la toma de posesión del recientemente electo presidente izquierdista Luis Arce, pero no al actual gobernante, Nicolás Maduro, lo que molestó profundamente al partido Movimiento Al Socialismo (MAS), que regresa al poder.
“Su presencia fortalecerá aún más los tradicionales lazos de amistad, cooperación y solidaridad que existen entre Venezuela y Bolivia”, expresa la nota firmada hoy por la canciller Karen Longaric y citada por la agencia de noticias AFP.
La misiva está dirigida a Guaidó, al que el Ejecutivo que llegó al poder de forma irregular considera “presidente de la República Bolivariana de Venezuela”.
Como presidente del Parlamento venezolano -único poder en manos de la oposición-, Guaidó fue designado en enero como presidente encargado de Venezuela luego de que la cámara declarara “usurpador” al presidente Nicolás Maduro, tras acusarlo de haber sido reelecto fraudulentamente en mayo de 2018.
Esa designación contó con el respaldo de Estados Unidos y medio centenar de países, pero en los hechos Guaidó no controla ninguno de los resortes del poder.
El Gobierno de la derechista Jeanine Áñez reconoce a Guaidó como mandatario encargado de Venezuela, no así el de su predecesor Evo Morales como tampoco el que presidirá Arce.
La cancillería boliviana confirmó esta semana que Maduro, estrecho aliado político de Morales, no está invitado a la asunción de Arce, quien logró una contundente victoria electoral en primera vuelta, con más del 55% de los votos, sobre el liberal Carlos Mesa.
El MAS expresó molestia por el gesto del Gobierno saliente, pese a que se estableció una comisión de transición para coordinar la organización y protocolo de los actos de asunción del 8 de noviembre.
El domingo pasado, Maduro informó que tuvo un encuentro con Morales durante una fugaz visita del exmandatario boliviano a Caracas.
Las elecciones bolivianas de octubre de 2019, en las que Morales aspiraba a un cuarto mandato, fueron anuladas por denuncias de fraude y en medio de violentos disturbios, fue forzado a renunciar por la cúpula militar y policial, lo que se interpretó como un golpe de Estado, y se exilió en Argentina.
Áñez asumió la presidencia interina y en noviembre rompió las relaciones con el Gobierno de Maduro, que habían sido muy amigables durante los 14 años de la gestión de Morales.
La presidenta de facto denunció intromisión venezolana en los asuntos internos de Bolivia y también ordenó la salida del bloque político-económico Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que impulsó el fallecido líder venezolano Hugo Chávez.
La cancillería de Bolivia espera enviar unas “150 invitaciones para jefes de Estado” y líderes de organismos internacionales para asistir a la asunción de Arce.
Hasta ahora, sólo se confirmó la llegada del rey Felipe VI de España.
Fuente: Agencia de Noticias Télam