“En Argentina, se produce un ACV cada cuatro minutos. Es la primera causa de discapacidad y la tercera causa de muerte en nuestro país”, dijo a PRIMERA EDICIÓN la médica neuróloga del Hospital Samic de Eldorado, Fátima Pantiuk. Por ello, destacó la importancia de “actuar de manera inmediata, cada minuto vale y lo central es el aquí y ahora”, sostuvo.
Un accidente cerebrovascular ocurre cuando se detiene el flujo sanguíneo a una parte del cerebro. Al no poder recibir el oxígeno y los nutrientes necesarios, las células cerebrales comienzan a morir en minutos. Esto puede causar un daño severo al cerebro, discapacidad permanente e incluso la muerte.
En cuanto a los tipos de ACV, Pantiuk mencionó dos: “puede ser un derrame cerebral o accidente isquémico transitorio. El primero, cuando se rompe un vaso sanguíneo y sangra en el cerebro, es el más grave pero afortunadamente sólo representa el 15% de los casos. El isquémico es el más común y lo que sucede es que hay un coágulo que está obstruyendo la arteria encargada de llevar la sangre al tejido del cerebro”, explicó.
Para estos casos, la médica explicó que “lo que se tiene que hacer es permeabilizar, o sea abrir esta arteria para que la sangre vuelva a circular en este tejido y la muerte de las neuronas sea menor para que el paciente recupere lo antes posible el déficit motriz”.
En este sentido, mencionó la importancia del tratamiento trombolítico con el medicamento Rtpa o Actilyse (Activador Tisular del Plasminógeno) a pacientes que sufrieron un ACV isquémico en ventana terapéutica.
“Desde el año pasado empezamos a utilizar este medicamento en el Hospital Samic de Eldorado y hasta ahora somos dos neurólogos los encargados de realizar este tratamiento ya que ambos tenemos experiencia en el uso del Rtpa”, contó.
Cabe destacar que el Hospital Samic de Eldorado es el primero en la provincia de Misiones, en aplicar este medicamento, el único aprobado hasta ahora y que demostró ser efectivo en el tratamiento para pacientes con ACV en ventana terapéutica, lapso temporal recomendado para aplicar el medicamento.
“El medicamento actúa en el momento y no tiene una acción preventiva demostrada, pero se hicieron estudios a pacientes que fueron tratados con Rtpa y se comprobó que no volvieron a experimentar un accidente isquémico y mejoraron notablemente su déficit motor. Esto podría significar que el medicamento tiene una capacidad residual y sigue actuando hasta los tres meses aproximadamente”, mencionó.
Síntomas
En cuanto a los síntomas, Pantiuk explicó que “un ACV puede comenzar con un déficit motor, o sea alguna inmovilidad en el rostro que le impide a la persona sonreír, soplar o tomar mate porque se le cae la boca; no puede levantar los brazos o piernas; tiene problemas en el habla o una ceguera súbita. Todos estos síntomas se consideran como posible ACV hasta que se demuestre lo contrario”.
Por otra parte, alertó contra los fuertes dolores de cabeza ya que “si la persona siente un dolor muy agudo de cabeza que no se calma con nada, puede ser una hemorragia interna y eso es gravísimo. Tiene que acudir de manera urgente al hospital”, sostuvo.
Factores de riesgo
La neuróloga también se refirió a los factores de riesgo y señaló que “la mala alimentación causada por grandes ingestas de grasas e hidratos de carbono, el sedentarismo, el tabaquismo, el consumo de alcohol, la diabetes o hipertensión, todo eso aumenta la posibilidad de sufrir un ACV”, dijo.
Asimismo, señaló que pese a que todos estos factores de riesgo se vieron acrecentados por la pandemia, “el promedio de casos se mantuvo relativamente estable”.
Sin embargo, mencionó su preocupación debido a que el rango etario se modificó con los años: “Antes se consideraba a la edad avanzada como otro posible factor de riesgo, pero cada vez vemos que hay pacientes más jóvenes, principalmente en aquellos con cardiopatías congénitas o por el exceso de tabaco, alcohol o sedentarismo”, destacó.
Las consultas no disminuyeron en la pandemia
Por otra parte, Pantiuk aseguró que pese al contexto de pandemia, “no disminuyó el caso de consultas por estos hechos graves, pero sí en aquellos pacientes crónicos que ya estaban en tratamiento y tenían que hacerse controles más rutinarios”.
En este sentido, aclaró que en el segundo caso “nos manejamos más por vía telefónica o por consultas presenciales en caso de ser necesario, pero tratamos de que no asistan al Hospital porque hay muchos que son de riesgo”.
Actividades de concientización
Finalmente, la neuróloga se refirió a las actividades previstas para hoy respecto a la concientización sobre el ACV. A las 10 horas se hará una charla informativa contando los factores de riesgo, principales síntomas y posibles tratamientos. Luego, tendrá la palabra una de las pacientes que recibió el tratamiento con el medicamento, quien contará su experiencia.
Finalmente, cerca del mediodía se realizará una suelta de globos en el hall del hospital como símbolo de concientización y prevención.
“Si la gente no conoce los síntomas, es imposible que pueda identificar un ACV. Por eso creo que la concientización es fundamental y nuestro objetivo con las actividades de hoy y las que venimos realizando hace años, es justamente que la gente sepa lo básico y necesario para que pueda recibir una atención y tratamiento a tiempo”, concluyó.
Tratamiento efectivo
Finalmente, la especialista habló de los tratamientos realizados en el hospital hasta el momento: “Hicimos dos tratamientos con el medicamento y ambos se realizaron con éxito. Uno de ellos, a una propia trabajadora del Hospital que a la semana de realizado del tratamiento ya volvió a trabajar”, contó.
“A pesar de que es un medicamento de costo elevado, lo cierto es que a largo plazo el beneficio es mucho mayor que el costo porque el paciente no queda discapacitado ni con posibles traumas emocionales debido a esa incapacidad motora. En cambio, con este nuevo servicio se le devuelve su calidad de vida. Hay una diferencia muy importante entre los pacientes que recibieron el medicamento y aquellos que no”, concluyó.
ACV: primer síntoma en jóvenes con COVID
Un grupo de investigadores de Western University, dirigidos por el argentino Dr. Luciano Sposato, investigaron la relación entre el COVID-19 y el derrame cerebral. Para ello, se incluyeron 160 pacientes con COVID-19 y accidente cerebrovascular. Un total de 29 eran menores de 50 años.
Según concluyeron, el accidente cerebrovascular es relativamente frecuente entre los pacientes con COVID-19 y tiene consecuencias devastadoras en todas las edades. En este sentido, aseguraron que aproximadamente dos de cada 100 pacientes ingresados en el hospital con COVID-19 sufrirán un derrame cerebral y el 35 por ciento morirá como resultado de ello.
El estudio fue publicado en línea en la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología “Neurology”. En este artículo, el equipo de investigación informó que “en los pacientes más jóvenes, casi el 50 por ciento no tenía otros síntomas visibles del virus en el momento del inicio del accidente cerebrovascular”.
“Esto significa que para estos pacientes, el accidente cerebrovascular fue el primer síntoma de la enfermedad”, dijo el Dr. Sposato, profesor asociado y la Cátedra Kathleen & Dr. Henry Barnett en Investigación de Accidentes Cerebrovasculares de la Facultad de Medicina y Odontología Schulich de Western.
“El mensaje para llevar a casa aquí para los proveedores de atención médica es que si está viendo a un paciente con un accidente cerebrovascular, particularmente en aquellos menores de 50 años con coágulos grandes, debe pensar en el COVID-19 como una causa potencial incluso en ausencia de síntomas respiratorios”, dijo y agregó que “como neurólogos, necesitamos una nueva mentalidad para diagnosticar y tratar rápidamente a los pacientes con accidentes cerebrovasculares”.