Así como la niebla y el humo
son del oscuro su consumo,
el ser de luz en cada cosa puede ver
sólo un nuevo amanecer
o una oportunidad para crecer
pues sabe que su enfoque es lo importante,
hecho que no lo entiende el arrogante
arrastrando en su delirio al ignorante
perdiéndose ambos entre la duda y la razón
olvidando la función del corazón
que con cada emoción se enfoca en lo que quiere crear
y con cada palabra precipita el verbo amar.
La niebla no deja distinguir, por lo que el oscuro necesita hacer mucho humo para ocultarse detrás de sus mentiras disfrazadas de verdades, confundiendo al desorientado pone dudas sobre verdades manteniéndolo en la ignorancia.
Por eso, cuando Pedro se hunde, no fustiga Jesús al hombre sino a la duda que ha dejado entrar en él.
El oscuro domina las actividades de la mente y como a ésta la moldean las palabras, rebaja el lenguaje, de ahí que cuando alguien que ostenta el poder dice algo incoherente, lo hace a sabiendas para provocar enojo en el instruido, pues es la parte del humo que consume; ocupando lenguaje chabacano e inventando palabras pueriles, logra una incomunicación que separa sin que las personas entiendan el por qué, llevándolos directo a una Babel.
El ser de luz ve a través de su luz, a los reveces los toma como oportunidades para crecer, enfoca su atención a lo que le dice su amante corazón y crea con el verbo y/o con la imaginación.
Sabe que el mundo visible es gobernado por el invisible o cuántico y que éste es un mar de infinitas posibilidades, sabe además que la mente no lo puede siquiera atisbar y aterrada por lo desconocido se espanta, entonces ocupa la ilimitada imaginación con la que accede al mundo invisible.
Una vez allí, toma lo que quiere de él y disfruta el tiempo necesario hasta que el deseo tome forma, cuerpo y color, hasta llegar a verlo con los ojos físicos.
La imaginación no crea nada, sólo le da forma, color y solidez a lo que ya existía en el mundo cuántico, de ahí que Neville Goddart diga que todo ya lo tienes y que nuestra imaginación es Dios, este es el significado de ser Dios.