La Cámara de Representantes de Misiones dictaminó la adhesión provincial a las jornadas de sensibilización denominadas “Argentina se ilumina por el Día Mundial de la Dislexia” que se conmemora hoy. En todo el país y en el mundo, importantes edificios y espacios serán iluminados con una luz azul turquesa para visibilizar este trastorno. En tanto en Posadas, anunciaron que la plaza San Martín y el Concejo Deliberante capitalino serán los puntos a iluminarse.
En Misiones, el grupo de autoconvocados “Familias por la Dislexia” fue el que llevó adelante la iniciativa. Al respecto, una de sus integrantes, la máster en psicopedagogía y profesora de Educación Especial, Myrian Báez, contó a PRIMERA EDICIÓN que “el 8 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Dislexia y se realizará una campaña de concientización en todas la ciudades del mundo que iluminarán con azul turquesa los principales edificios. Es una manera de visibilizar esta condición que padecen los sujetos desde el nacimiento hasta la adultez, porque no tiene cura al no ser una enfermedad”.
La propuesta de declaración de interés provincial “la realizamos en conjunto con los padres de un paciente. Cuando comencé a trabajar con Jauriel de alguna manera me llevó a aprender y tratar de entender este otro mundo que es la dislexia. Tuvimos que capacitarnos después de egresar de las universidades, porque en su momento era una problemática que relacionaban con un etapa evolutiva donde pasando los siete años la persona aprendía a leer fluidamente”, añadió.
El fracaso escolar
Báez señaló que la falta de un diagnóstico temprano de la dislexia “ha llevado a los chicos al fracaso escolar, abandono y también crisis emocionales. Buscamos hoy un diagnóstico pero no como etiqueta de la persona sino para fortalecer la trayectoria educativa de todo estudiante. Desde el sistema educativo, sabemos que la formación docente es nula o muy escasa en este sentido”.
Y agregó que “el norte como profesional es contar con una inclusión educativa. Durante dos años estuvimos en toda la provincia con capacitaciones gratuitas sobre la dislexia porque contamos con una ley nacional, la 27.306 y la provincia está adherida. Ahora la pelea es por la creación de un programa provincial de contención en salud y educación”.
La incidencia en la provincia
Asimismo, la profesional aclaró que “es un trastorno invisible y afecta en promedio a un 10% de la población a nivel mundial”. A pesar de no contar con estadísticas locales, Báez sostuvo que “en la provincia, dependiendo del contexto, creemos que hay una mayor incidencia”.
La dislexia “tiene un origen neurobiológico, es decir, que la persona nace con esta condición. Implica dificultades para la lectura fluida y automatizada. Una persona puede llegar a aprender y decodificar fonemas y grafemas pero necesitan mucho más tiempo para ello, además de esfuerzo. Esto es muy extenuante y más si están en un ambiente de presión, como puede ser la figura del docente, lleva a que bloqueen aún más su rendimiento. Por otra parte, la dificultad en la lectura comprensiva repercute en todas las áreas de la vida y tiene complicaciones si no encuentra un acompañamiento”, agregó.
Las señales de alerta en los niños
Desde el punto de vista pedagógico, “una de las primeras cuestiones que se evalúan es el perfil cognitivo de la persona y a partir de ahí el contexto familiar, las oportunidades educativas que ha tenido. Si a pesar de contar con el correcto estímulo educativo y familiar el paciente no logra desarrollar una lectura fluida en los primeros años de la primaria, es para encender las alertas. Incluso en el Nivel Inicial podemos encontrarnos con señales de atención, como cuando les cuesta hacer rimas, memorizar canciones, como suenan las vocales o quizás tienen problemas para atarse los cordones porque tienen estas cuestiones psicomotrices”.
A pesar de todas las barreras presentes para las personas con dislexia, Báez indicó que “muchas veces me encontré también con pacientes que incluso superaban el nivel de inteligencia promedio. El aprendizaje se da, quizás de manera más lenta pero está ahí. En este sentido, sucede que la escuela no está preparada para muchas cuestiones y menos para los estudiantes con DEA, dificultades en el aprendizaje, donde entran la dislexia, la disgrafía”.