Septiembre: el mes de la primavera, del amor, de las flores y… de las alergias. Con la llegada de los días más cálidos, la floración de muchas plantas y el arribo de picaflores y mariposas, también llegan una serie de síntomas incómodos que deterioran la calidad de vida de los casi cinco millones de argentinos que padecen enfermedades alérgicas.
“Cuando hablamos de alergia, nos referimos a una enfermedad genética, que puede tratarse pero no curarse”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el médico especialista en alergia e inmunología Luis Fretes. En este sentido, una persona cuyos ambos padres son alérgicos tiene más probabilidades de serlo que si tiene un solo progenitor con estos antecedes.
“La alergia produce en la vía respiratoria un proceso inflamatorio crónico que es producido por alérgenos del medio ambiente, como ser ácaros, pólenes y hongos de la humedad”, explicó el doctor. Es por ello que se dice que la primavera es la temporada de alergias, ya que con ésta llegan los vientos que ayudan a la liberación de los pólenes de los árboles. El polen se adhiere a la mucosa nasal y a la conjuntiva de los ojos y desencadenan los síntomas propios de la alergia en las personas ya predispuestas a padecer estos cuadros.
Sin embargo, Fretes aseguró que “en el caso de Misiones, como tiene un clima subtropical, lo cierto es que poliniza todo el año… entonces los síntomas se presentan mucho más que en otros lugares. Hay pacientes, que sólo presentan síntomas en época de primavera, aunque suelen ser la minoría. Gran parte de los pacientes tienen sintomatología durante todo el año”.
Al respecto, Fretes remarcó que la creencia popular de que una persona comience a ser alérgica a causa de un determinado lugar o época del año es incorrecta: “Uno ya nace con la predisposición genética de que va a ser un paciente alérgico. Lo que sí puede ocurrir es que en un determinado momento de su vida se le dispare la alergia, independientemente de su edad. Tengo pacientes que son alérgicos desde pequeños y otros que recién comenzaron en su etapa adulta. Por ejemplo, estoy tratando a un hombre que a sus 80 años presentó los primeros síntomas”, contó y reiteró: “Entonces, puede ser que por el clima de un determinado lugar como Misiones se hayan despertado los síntomas, pero uno no se convierte en alérgico, sino que ya nace con la predisposición”.
Sintomatología
“El paciente alérgico normalmente sufre de rinitis alérgica, que se caracteriza por congestión nasal, estornudos, picazón de la nariz y ojos, picazón del paladar y de los oídos, entre otras”, enumeró Luis Fretes.
Además, “al inflamarse la nariz, también suelen inflamarse las vías correspondientes a los pulmones. Esto hace que un paciente que tenga rinitis alérgica, pueda experimentar también la sintomatología de asma alérgica”, explicó y destacó que “por eso es muy importante seguir un tratamiento para la rinitis alérgica, ya que evita que el paciente pueda desarrollar asma”.
En este sentido, el especialista aclaró que “suelen diagnosticar el broncoespasmo como una enfermedad en sí misma, pero en realidad es un síntoma de un cuadro que se llama asma alérgico infantil o de adultos”.
Por último, señaló que “las alergias no sólo afectan a la vía aérea, sino que pueden afectar los ojos, produciendo conjuntivitis alérgica, la piel con la dermatitis alérgica o urticaria alérgica, y también puede ser la reacción hacia algún tipo de alimento”.