Según Bruno López Takeyas en “Introducción a la inteligencia artificial” (2007) La Inteligencia Artificial (IA) es una rama de las ciencias computacionales encargada de estudiar modelos de cómputos capaces de realizar actividades propias de los seres humanos en base a dos de sus características primordiales: el razonamiento y la conducta.
La IA brinda oportunidades que van a cambiar sustancialmente el flujo de trabajo dentro de la arquitectura y abre grandes interrogantes en el rubro, los más conservadores creen que puede ser una sentencia para los arquitectos, una amenaza a la creatividad o que puede sintetizar el proceso creativo, y por el otro lado, estamos los que abrazamos la llegada de esta tecnología, viéndola como una herramienta que permitirá elevar la calidad de los espacios construidos y llevará al diseño a lugares todavía inexplorados.
Imdat As Dr. en Arquitectura en una entrevista con Michael J. Crosbie responde sobre cuáles serán las aplicaciones más directas de la IA en la arquitectura, y dice que piensa ver en el corto plazo softwares CAD dirigidos por IA, porque ayudará a los arquitectos en la etapa temprana de diseño, ya que el diseño conceptual requiere de mucha exploración, por lo que es necesario llevar adelante varias ideas al mismo tiempo y en paralelo, pues hoy la manera de hacer esto es con lápiz y papel, pero con un software de IA, un arquitecto podría proporcionar una serie de características o condicionantes y este proporcionaría cientos de variaciones de diseños óptimos de los cuales el arquitecto podría elegir uno y profundizar sobre ese.
Con la incorporación de la IA los arquitectos obtendrán un soporte tecnológico innovador para las tareas analíticas, como ser patrones de circulación, rendimiento espacial, rendimiento de materiales y así una comprensión privilegiada del contexto, y esto no solo sirve para estas cuestiones cuantificables sino también para las que no los son, como los sentimientos que pueden causar los espacios, que son aspectos difíciles de cuantificar y a menudo se postergan por esta razón. Las máquinas en conjunto con softwares de aprendizaje profundo podrían descifrar los patrones de diseño y expandirlos para no solo incluir preocupaciones funcionales o programáticas, sino también las socioeconómicas, geográficas, climáticas, ideológicas, etc., para dar una mejor respuesta y la más óptima al problema que se quiere resolver.
El mundo ya cuenta con experiencias de IA en la arquitectura, por nombrar uno está “Sidewalk Labs” que desarrolló una herramienta de diseño generativo que utiliza el aprendizaje automático y el diseño computacional para crear escenarios de planificación urbana, utiliza datos de entrada como geografía, diseños de calles, orientación, regulaciones, clima, altura máxima de edificios, etc., y genera varios escenarios posibles para que sean evaluados y refinados por los profesionales, además el sistema tiene la capacidad de perfeccionar en su tarea y generar propuestas superadoras a medida que acumula experiencia.
Esta tecnología viene a revolucionar la arquitectura, verla como una amenaza no sería el enfoque más conveniente, más bien debería considerarse como una herramienta increíble que puede ayudar a clientes y arquitectos a destacar y valorizar su entorno construido, además podría facilitar todo el trabajo pesado y denso que realizamos los arquitectos, automatizándolo y de esta manera llegar con diseños de calidad a una porción más amplia de la población.
Colaboración: Arq. Jonatan J. D. Acuña; M.P. 2965