Tanto la Dirección de Asuntos Internos de la Policía de Misiones como el Juzgado Federal de Oberá, continúan con la investigación para esclarecer el faltante de al menos un kilogramo de cocaína que estaba bajo custodia en la seccional Tercera de la Capital del Monte. Ayer continuaron los allanamientos y efectivos de la División Toxicomanía UR-II quedaron bajo sospecha, al punto que el jefe y dos subalternos fueron pasados a disponibilidad.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, el sector de la comisaría en la que se encuentran los estupefacientes secuestrados en los diferentes operativos, están bajo responsabilidad del jefe de esa División específica de dicha Unidad Regional. Desde la superioridad policial cuestionaron que el principal a cargo haya delegado el acceso a ese lugar crítico a personal de menor rango.
Solamente existen dos llaves para ingresar a ese lugar, pero como se mencionó en el párrafo anterior, al parecer el jefe facilitaba las mismas por lo que eran varios los que tenían acceso.
La droga que oficialmente fue reportada como “desaparecida”, era parte de un caso que ya se encuentra en etapa de juicio en el Tribunal Oral Federal de Posadas para su correspondiente debate.
Como publicó este Diario, las primeras medidas que se tomaron fueron las de seguir una línea investigativa para detectar si ese “ladrillo” de cocaína aún podía recuperarse. Estaba claro que si esa cantidad había sido informada como faltante, alguien de la comisaría o quien tenía acceso al depósito judicial podía ser el responsable.
En la tarde del miércoles tras un primer operativo, ocurrió la primera detención preventiva. Aunque no forma parte de la Fuerza policial, el sospechoso tenía relación directa con uno de los integrantes de la comisaría.
En la vivienda secuestraron dosis de cocaína, aunque en poca cantidad. Lo que ahora intentan establecer es si lo que estaba en poder de esta persona guarda relación con la de “máxima pureza” que estaba en la seccional Tercera. Para ello ya se habían ordenado pericias para confirmar o descartar si se trataría o no de la misma “calidad” de droga y por ende parte de la que se busca.
Ayer se realizó un nuevo allanamiento aunque por el momento no habían trascendido nuevas detenciones. Paralelamente comenzaron a tomar declaraciones testimoniales a quienes tendrían algún grado de responsabilidad en la custodia de los estupefacientes.
En la medida que puedan recabar las pruebas suficientes, en los próximos días podrían registrarse las primeras indagatorias sobre quienes haya sospechas fundadas.