Por primera vez, los peregrinos no pudieron caminar junto a San Pantaleón de Nicomedia, “el que se compadece de todos”, en su día: el distanciamiento social para prevenir el COVID-19 no lo permitió. Así, los fieles decidieron conmemorar al patrono de los enfermos con una procesión en automóviles.
Bajo el lema “Protector de la Salud, Intercede ante Dios por el fin de la Pandemia”, la caravana de coches partió a las 16 desde la Capilla de San Pantaleón, ubicada en la Costanera Oeste, sobre avenida Kolping y Almirante Brown.
El Santo viajó en la carrocería de una camioneta y los fieles lo siguieron con rezos y cantos. El recorrido fue hasta la Parroquia Inmaculado Corazón de María y finalmente regresaron por la avenida Eva Perón a la capilla, donde se realizó la misa central.
“Nos toca vivir una situación particular y las personas vuelcan su fe en sus creencias. En estos momentos de incertidumbre y situación difícil a nivel mundial, necesitamos tener fe, orar y pedirle a Dios, por intermedio de San Pantaleón nos traiga salud para el país y para el mundo”, señaló Lorena Deolivera, una de las devotas de San Pantaleón.
Desde las primeras horas del lunes, la capilla de San Pantaleón permaneció abierta para que los fieles se acerquen durante todo el día. “El objetivo es evitar la aglomeración de personas, tenemos diversas misas y se pueden acercar para rezar. Evitando que se junte la gente y de este modo respetamos los protocolos: distancia social, barbijos y alcohol en gel. Respetamos y nos cuidamos entre nosotros para que podamos disfrutar de estas fiestas patronales”, resumió Deolivera.
La capilla San Pantaleón, precisó, tiene capacidad para 20 personas. “Es pequeña, por eso se permite el ingreso de acuerdo a su capacidad y respetando el distanciamiento social”. Pero además, en determinados horarios se sacó la imagen del Santo afuera del templo para quienes prefirieron no ingresar o no pudieron hacerlo.
“Le pedí al Santo por la salud de mi familia, él siempre nos acompañó en todo y sentimos que nos protege. Sé de personas a las que le ha cumplido milagros. Es muy milagroso, yo tuve la oportunidad de ir a Madrid (España) y ver la sangre de San Pantaleón que año a año se vuelve líquida en esta fecha”, confió Lorena.