El rubro de alimentos y bebidas lleva más de un año con indicadores negativos considerando los volúmenes entregados al mercado, y el descenso en el sector lácteo resulta mayor.
Según datos de la industria láctea, el rubro de los yogures y postres mostró una caída del 23,1 % en mayo respecto a abril, con una baja en las toneladas comercializadas de 11,1 a 8,5%.
Los indicadores que maneja la industria muestran que el mercado de los yogures bebibles cayó 25,7% en mayo respecto a abril y 8,3 % de marzo a abril, mientras que la venta de postres lácteos mermó de abril a mayo 16, 1% y la de los postres firmes cayó 21,3 en el mismo periodo.
El consumo de yogur ya había registrado una retracción del 20 % durante el 2019 y la caída alcanzó al 35% en la última década, de acuerdo con datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
Ante esta situación, el Centro de la Industria Lechera (CIL) advirtió que el sector está frente a “una de las crisis más severas de la historia” y señaló que debido a la imposibilidad de trasladar a los precios la suba de costos hay “muchas empresas al borde del colapso por el quebranto de sus balances”.
Desde la industria se señala que uno de los temas que impacta en la estructura de costos de los lácteos es el precio de referencia de la leche pagado al productor, y se cita que en el caso de productos como el yogur, un costo del 34% tuvo una evolución desde el 2019 a la fecha del orden de 110%, frente a una variación del IPC del 53,8 %.
Además, se apunta que el resto de la cadena de valor se encuentra impactada por precios dolarizados que muchas veces toman la referencia la cotización de la divisa libre como sucede con los insumos del packaging, tales como plásticos y cartón.
Una de las características del sector lácteo es su creciente atomización ya que en la actualidad, el 64,3 % de la producción se diluye entre 33 empresas y ninguna de ellas tiene más del 15 % en la producción local.
Según datos oficiales, la producción primaria de leche, pieza clave en la cadena de valor, viene observando una tendencia decreciente en los últimos años, ubicándose lejos del pico observado en 2015.
La producción totalizó 10.343 millones de litros en 2019, mientras que había alcanzado 12.061 millones cuatro años antes, es decir que registró un descenso del 14,2%.
Fuente: Agencia Noticias Argentinas