El ídolo “xeneize” llegó a un acuerdo por un vinculo de un año con una cláusula de extensión por seis meses mas, y otra en la que figura que si a los seis meses Boca deja de participar de la Copa Libertadores el jugador podría rescindirlo.
El delantero se entrena en forma individual en un campo de su propiedad, en la localidad bonaerense de Maipú, a 300 km de la ciudad de Buenos Aires, a la espera de terminar de arreglar toda la cuestión contractual para ponerse a las ordenes del entrenador Miguel Russo.
De esta manera comienza a cerrarse una historia que tuvo varios capítulos, con un fuerte cruce mediático con los ex jugadores Jorge Bermúdez y Raúl Cascini, integrantes del departamento de fútbol boquense, y que tuvo final feliz con la llamada de Riquelme a “Carlitos” para destrabar la situación.
Fuente: Agencia de Noticias Télam.