Presionados por la crítica situación, empresarios hoteleros y gastronómicos solicitaron al Gobierno nacional que se declare el estado de emergencia en el sector, teniendo en cuenta que el rubro del turismo es uno de los más castigados por la cuarentena.
Cabe recordar que tanto hoteles como restaurantes y bares trabajan con la circulación de personas, la cual fue restringida para respetar las medidas sanitarias de prevención por el avance de la pandemia del COVID-19.
Al respecto, en diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, Graciela Fresno, presidenta de la Federación Empresaria Hotelera y Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), comentó: “La situación crítica en el sector se está agravando porque desde el 20 de marzo venimos con los establecimientos hoteleros cerrados y los gastronómicos, en su mayoría, trabajan con los deliverys que no alcanzan para cubrir costos. La situación se fue prolongando y tenemos para mucho tiempo más de complicaciones, sobre todo en las actividades como las nuestras que dependen mucho de los flujos turísticos”.
“Teniendo un país con las fronteras cerradas, incluso entre las provincias; la cantidad de personas que puedan trasladarse a lo largo de todo el país es muy insignificante y eso hace que la hotelería no tenga huéspedes y la gastronomía decaiga”, apuntó.
Al mismo tiempo opinó que “ya no hay posibilidades de sostenerse con la empresa en marcha si no hay un plan específico para acompañar al sector desde el Gobierno nacional. Eso es lo que estamos pidiendo hoy, que se declare la emergencia en el sector”.
Empujados al cierre
En relación al nivel de afectación sobre el sector y la cantidad de empresas que tuvieron que cerrar sus puertas, sin saber si podrán volver a abrir en otro momento, Fresno contó que a través de una consultora “se ha hecho una encuesta a nivel nacional preguntando cómo se podía sostener una empresa y por cuánto tiempo, si esto se prolongaba. Un 65% de los hoteles y un 75% de las actividades gastronómicas contestaron que no pueden seguir en estas condiciones, por eso irían a un cierre definitivo si la situación permanece y si no se obtiene un auxilio del Estado. Estos cierres se darían en algunos casos en un mes y otros aguantarían hasta dos meses más. No hay más espaldas para seguir sosteniendo las empresas”.
“Ya hay una gran cantidad de establecimientos que cerraron sus puertas y despidieron a su personal, en algunos casos no se puede saber si volverán, pero entre los que son más chicos, principalmente en gastronomía, muchos seguramente no podrán hacer una reapertura. Con respecto a la hotelería, al que cerró le va a costar mucho volver a abrir”, añadió.
Al ser consultada sobre las medidas adoptadas por el Gobierno nacional para favorecer al sector, cuestionó: “Todavía no hubo un auxilio específico para nosotros. Vamos a estar en esta situación por mucho tiempo porque dependemos del flujo de turismo que hoy es una actividad prohibida. En definitiva dependemos de una cuestión sanitaria que no sabemos cómo va a evolucionar y de una vacuna que no sabemos cuándo se va a producir”.
“Al presidente de la Nación (Alberto Fernández) le recordaría que nuestro sector es el tercer complejo exportador, que el año pasado vendimos 7 mil millones de dólares al exterior, le damos trabajo a 650 mil personas en 50 mil empresas, y que generamos en los últimos 15 años un 77% más de puestos de trabajo que la media de la economía en general. Hoy necesitamos una ayuda para que las empresas sobrevivan, así como se cuida, y agradecemos que se haga, la salud de los argentinos, también necesitamos que se cuide la salud de las empresas para poder seguir”, amplió.
Además consideró que “si se abre la economía aún con el virus circulando, en esto que algunos llaman la nueva normalidad, para nosotros no va a significar volver a la actividad plena porque habrá muchas restricciones en el distanciamiento y para el acceso de los turistas a los establecimientos”.
Finalmente, en relación a la posibilidad de abrir las alternativas al turismo interno, la presidenta de FEHGRA señaló: “Puede pensarse en eso, depende de la zona, la región y cómo funciona el virus en cada lugar, pero normalmente los hoteles no subsisten con la gente de su propia ciudad o del entorno más cercano, se vive de otro tipo de turismo. Para el interior, el AMBA es el principal emisor de turistas, y hoy esa zona está cerrada porque tienen problemas muy serios que afrontar”.