Las sospechas de una fiesta sexual en la que un mecánico de 34 años fue dopado y abusado sexualmente entre la noche del sábado 16 y madrugada del domingo 17 de mayo en una vivienda de la calle Bermúdez en la chacra 35 de esta capital, quedaron encerradas por los resultados de las pericias toxicológicas que fueron incorporadas al expediente que instruye el juez Marcelo Cardozo.
En la sangre del denunciante no se hallaron ni rastros de medicamentos psiquiátricos que mezclados con alcohol podrían haber provocado la pérdida de consciencia y facilitado el abuso sexual. Tampoco vestigios de vino ni de ninguna bebida alcohólica.
El único hallazgo de toxicidad correspondió a marihuana. La misma droga que los cuatro imputados reconocieron haber fumado, las tres jóvenes y el anfitrión de la reunión, un conocido médico infectólogo de 47 años.
Lo que restará dilucidar en la causa es si la hipótesis que el galeno expuso en su indagatoria es real y el mecánico no fue abusado en su casa, sino que acarreaba la lesión genital detectada y por algún motivo apuntó que se la produjeron esa noche, en la que habría sido invitado para conocer a una de las jóvenes. Hasta tanto no haya claridad, los primeros sospechosos seguirán ligados al expediente.
Una reunión en cuarentena
En su testimonial el denunciante aseguró que fue invitado a la reunión bajo la promesa del galeno de presentarle a una de sus tres amigas. Esto no habría ocurrido y, siempre de acuerdo a lo que denunció, fue dopado con algún tipo de droga en el vino que le invitó el anfitrión.
El relato posterior describió que cuando despertó se notó el cierre del pantalón roto y sintió dolores en la espalda.
Minutos después fue su hermano, oficial de la Policía de Misiones quien lo llevó al Hospital Ramón Madariaga para que lo revisaran y determinaran la intoxicación y abuso.
Según la denuncia policial, varias horas después se descompensó nuevamente por lo que el juez ordenó el allanamiento al inmueble mencionado, donde se secuestró una botella de vino, un medicamento psiquiátrico y cuatro juguetes sexuales de goma y plástico.
Las tres muchachas y el médico fueron aprehendidos pero declararon tres días en sus indagatorias que no vieron ni protagonizaron ningún tipo de ultraje, sólo cenaron, charlaron y fumaron marihuana.