No todas las noticias son malas en estos días. Algunas, como la que le llegó a la patinadora misionera Milagros Nimeth, son para destacar, en tiempos de coronavirus donde los motivos para festejar no sobran.
Días atrás la deportista de la tierra colorada fue llamada a integrar, una vez más, la preselección de la Confederación Argentina de Patinaje (CAP), algo a lo que ya está acostumbrada, sólo que esta vez llega en un momento particular: las competencias deportivas están frenadas.
De la Federación Misionera de Patinaje (FeMiPat), Milagros, que tiene como entrenadora a Viviana Kruger, es la única de la provincia que figura en la nómina y desde el próximo miércoles comenzará con los trabajos, de manera virtual, con el cuerpo técnico nacional. La idea es mantener a todo el grupo en contacto hasta que las competencias vuelvan a la normalidad.
“Desde el 2013 que estoy convocada a la selección, no es nada nuevo para mí ya que vivo preparada, pero siempre es una alegría estar”, le aseguró Mili a EL DEPORTIVO, dando cuenta que la noticia no la sorprendió.
Mientras afrontó la cuarentena en su casa, la posadeña sostuvo que varios días a la semana participó en charlas y mantuvo contacto con sus entrenadores y otros deportistas. “Durante todo este tiempo tuvimos charlas vía Zoom para mantenernos en contacto con los entrenadores. Ellos nos indicaban los trabajos que teníamos que hacer para mantenernos en movimiento constante. En los diferentes días tengo distintas charlas, ya sea de mi club, de la Federación y también una vez al mes con los otros becarios del CePARD”, expresó.
Pero más allá de esas charlas, la patinadora destacó que el aislamiento no fue impedimento para dejar el entrenamiento de lado.
Es más, confió que, si bien no es lo mismo que entrenar en el club, puso todas las energías para mantener su condición.
“Traté de que todos mis entrenamientos sean como en un día normal, como si no estuviera en cuarentena.Por suerte tengo espacio, ya que en casa tengo una terraza y allí hacía la parte aeróbica y en la calle seguí patinando, porque tengo ruedas especiales para eso. Siempre estuve activa y considero que estoy en forma. Quizás no pude entrenar con la misma intensidad, pero por lo menos no retrocedí en lo físico”, admitió.
El lado positivo de la cuarentena para Milagros fue poder pasar más tiempo junto a sus seres queridos. “La cuarentena me hizo muy bien en el sentido que pude pasar más tiempo con mi familia y también en el estudio. Además pude dedicarme a otras cosas como la música y el dibujo, cosas que no podía hacer, ya que por el deporte viajaba mucho y no podía disfrutar de algunas cosas”.
Sin embargo, el lado negativo de la pandemia fue que afectó sus objetivos. “A raíz de todos los logros que conseguí en mi carrera este año me puse como objetivo clasificar al Mundial de Paraguay, pero ya quedó suspendido por el coronavirus. Lo mismo ocurrió con el Panamericano, donde íbamos a tener invitados de Europa”, se lamentó.
Todo indica que en los próximos días los clubes de patín volverían a la actividad bajo estrictos protocolos. Por lo pronto, Mili, al igual que otros tantos deportistas, tendrán que seguir la preparación en casa.