El sector turístico es uno de los más complicados dentro de la extensión del aislamiento social preventivo y obligatorio que busca contener al COVID-19. Esto golpea a diversas regiones en las que muchos rubros dependen de su desarrollo para movilizar la economía interna.
Así, pese a las complicaciones que genera la cuarentena, diversos operadores turísticos a nivel nacional adelantaron que una vez finalizada la pandemia global, la recuperación de la industria estará impulsada por el turismo interno.
Por el momento, en Misiones, desde la Zona Centro, solicitan retomar la actividad con los cuidados sanitarios correspondientes, principalmente en las cabañas y departamentos que son muy requeridas por el movimiento interno o una cantidad menor de viajantes.
Al respecto, en diálogo con El Aire de las Misiones por FM 89.3, el presidente de la Cámara de Turismo de las Sierras Centrales, Ernesto Martins comentó: “Desde la Zona Centro, en Oberá, presentamos un protocolo para el alojamiento de viajantes. Lo preparamos y elaboramos conjuntamente con la Dirección de Turismo, intercambiando ideas y consultas con nuestros socios para saber quiénes estaban dispuestos y en condiciones de recibir gente con el protocolo armado”.
Sin embargo, el protocolo que fue aprobado por el concejo y municipio local, no tuvo el mismo fin con las autoridades provinciales.
“Se elaboró el protocolo, se llegó a sacar por resolución municipal, pero luego quedó frenado en Provincia y no se aprobó. Nos marcaron que se estaba armando un protocolo a nivel provincial, que es el que salió hace unos 10 días. Pero ese protocolo que salió a nivel provincial es más amplio, está pensado para cuando empiecen a llegar los turistas, eso es algo que nosotros no lo estamos viendo ahora, había más exigencias, más preparación, y nosotros no estamos en eso”, cuestionó Martins.
Al mismo tiempo explicó: “Desde nuestro punto de vista, lo que planteamos es que queremos comenzar a recibir a nuestros misioneros, porque todavía no van a venir los viajantes de otras provincias a pasar sus días de vacaciones aquí”.
“Tenemos consultas de gente de Posadas que están haciendo trabajos en el Palacio de Justicia que están construyendo, por dos meses, y no los pudimos tomar. Alquilaron una casa porque tienen que venir a trabajar. Esas cosas pasaron en este tiempo. Por eso queríamos tener ese protocolo para recibir a los misioneros”, ejemplificó y agregó que “hasta ahora eso no está, se habló de ver si se habilita para junio, pero no tenemos nada concreto”.
“No es que vamos a salir a recibir a todo el mundo, simplemente el protocolo era para los que están en condiciones, los que tienen cabañas y departamentos que están todos equipados, alejados uno de otro, no hay mucho contacto. Camas y lugares sobran, por eso creemos que se puede trabajar con un buen protocolo, sencillo pero muy práctico, adaptado a la realidad de cada uno”, argumentó.
Consultado sobre la posibilidad que tiene el turismo rural para proyectarse dentro del complicado contexto, Martins consideró: “En la realidad de hoy estamos intentando sostenernos hace más de dos meses sin actividad, cada uno en su emprendimiento, afortunadamente la mayoría tienen otras actividades, otros trabajos. Son muy pocos los emprendimientos que dependen sólo de esa actividad, son los que la están pasando muy mal. Tenemos gente que están haciendo deliverys, se han reinventado en otras cosas, porque el turismo no va”.
“El objetivo es mantener nuestras infraestructuras en condiciones, para que cuando se reactive esto estemos preparados con todo en orden para recibir a los turistas que van a empezar a viajar, y van a buscar justamente esa realidad, estar aislados, rodeados con mucha naturaleza, al aire libre, sería el turismo tranquilo y recreativo. En la Zona Centro estamos preparados con lo que va a requerir ese turismo”, destacó.
Finalmente sobre la posibilidad que la crisis derive en el cierre de varios establecimientos turísticos, indicó: “Algunos están pensando cerrar porque ya no les está quedando nada, hay una estructura fuerte de muchos gastos fijos, muy pocos fueron calificados para recibir las ayudas de las cargas sociales de los sueldos. Sólo 3 de los más de 30 emprendimientos que hay recibieron el beneficio. Es muy difícil. Tenemos por ejemplo un hotel que todos los meses se está endeudando en el orden de los 800 mil pesos por mes. Hay colegas que están viviendo en el hotel para no tener personal ahí. Están intentando sobrevivir como sea, los ahorros se están terminando, hay muchas complicaciones para pagar la luz, algunos sacan créditos para eso”.