Una familia de Puerto Esperanza que había viajado en febrero último a la provincia de Córdoba en busca de nuevos horizontes laborales terminó “varada” por las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus y desde hace semanas intenta regresar a la provincia porque no dispone ni siquiera de un lugar donde dormir.
Se quedaron sin dinero para pagar la pensión en la que se alojaban e incluso fueron vendiendo sus pocas cosas para sobrevivir, mientras aguardan la forma de volver a la tierra colorada.
Daiana Duarte es quien todavía tiene el teléfono activo y eso le permite mantenerse comunicada con su madre y sus hijos, que quedaron en Puerto Esperanza. Angustiada, relató a PRIMERA EDICIÓN que “somos cuatro y estamos ahora en Córdoba capital, sin poder ir a ningún lado porque ya no tenemos más nada. Lo que queremos es regresar porque estamos en una situación muy complicada y necesito ver a mis hijos”.
Junto a Daiana están su marido y sus suegros. Todos habían emprendido este desafío con la intención clara de superarse y “mejorar económicamente, porque allá en Misiones no podíamos salir adelante, costaba conseguir trabajo. Mi esposo y mi suegro son albañiles y con mi suegra sabemos de costura e íbamos a dedicarnos a eso acá en Córdoba”.
Los tres hijos de Daiana tienen 5, 3 y un año y ocho meses. “Ellos quedaron con mi madre porque era la única forma que tenía de poder venir a trabajar. La idea era instalarnos acá y volver a buscarlos, pero pasó todo esto que nos sorprendió y no pudimos regresar”.
La misionera contó que habían conseguido empleo en Villa Dolores, Traslasierra. “Después vinimos para Córdoba capital porque el pago iba a ser mejor. Ya teníamos para empezar a trabajar los cuatro, pero llegó esto, se suspendieron todas las actividades, nos decían que iba a pasar pronto pero siguió más de lo esperado y se nos complicó, no tenemos más nada”.
Ninguno de los integrantes de esta familia misionera resultó infectado por el coronavirus, “porque nos cuidamos, tomamos todas las medidas de seguridad para evitar estar expuestos”, destacan.
Hoy Daiana sobrevive con la ayuda “de gente que fuimos conociendo acá. En la pensión que estábamos tuvimos que darle un celular para que nos permitiera seguir quedándonos, porque no tenemos más dinero. También vendimos los colchones. Le pedimos por favor que nos deje quedarnos porque hace mucho frío y no tenemos dónde ir”.
Sin chances de reactivación
Consultada si a partir del levantamiento de las restricciones que se van realizando en las provincias tienen posibilidades de volver a emplearse allí en Córdoba, Daiana contó que “los contratistas de las obras de construcción dijeron que no se van a arriesgar a que se contagien, no se van a apurar y que puede llevar meses hasta que todo se normalice. Es por eso que necesitamos volver a Puerto Esperanza, con nuestra familia. Le pedimos al intendente y al gobernador que nos tiendan una mano para que podamos regresar pronto, porque acá esto es insostenible”.
Daiana manifestó que “conseguimos comunicarnos con el intendente hace como diez días, hablamos pero nunca nos dio una respuesta positiva. Lo que le pedimos es que nos gestione un remís o una combi, porque somos misioneros que queremos volver a nuestra provincia. Él nos dijo que no puede porque no tiene autorización de la provincia. Por un remís desde acá hasta Misiones nos piden 70 mil pesos, pero tampoco podemos subir los cuatro porque por protocolo sanitario no pueden ir más de dos pasajeros”, aclaró.
Familiares preocupados
En otro tramo de la charla, la joven misionera Daiana Duarte dijo que “nuestros parientes están desesperados porque vieron fotos de cómo estamos viviendo estos días acá, que la estamos pasando muy mal, cuando la idea era venir a trabajar para progresar y no para estar así aislados de esta manera”.
También relató que en este momento difícil que les toca vivir, “una señora nos tendió una mano, nos trajo mercaderías porque estamos los cuatro en una pieza. Es desesperante lo que estamos padeciendo, por eso les rogamos a quienes tengan la posibilidad de leer y contactarse con algún funcionario que pueda decidir, que nos llamen, porque el intendente nos dice que no puede hacer nada por nosotros”.
La familia pidió, a través de este medio, a quien pueda ayudarlos a esta altura “para poder seguir viviendo y poder regresar”, que los contacten al celular 3757-619696 (Daiana Duarte).