Siete años se cumplieron ayer, lunes, de uno de los femicidios que conmocionó a gran parte de la sociedad misionera. Aún no se han hallado responsables. Gracias a estudios de ADN, la única certeza que se tiene es que quien cometió el asesinato es el mismo que violó a otras dos víctimas.
Aquel 6 de abril de 2013 los bomberos se dirigieron a un inquilinato de Villa Urquiza para apagar un incendio. Sofocadas las llamas, se encontraron con el cuerpo de la estudiante Lucía Maidana, de 24 años.
Una vez realizada la autopsia se constató que tenía cinco golpes contundentes en la cabeza, probablemente realizados con un martillo. Murió por el traumatismo de cráneo y por haber inhalado monóxido de carbono.