Este martes por la tarde, la Municipalidad de Puerto Iguazú instaló un retén sobre el acceso de ruta nacional 12 con el objetivo de impedir el ingreso tanto de argentinos como extranjeros que no tengan residencia fija en la ciudad. Al tomar la decisión, se alegó la implementación de controles para hacer cumplir la cuarentena obligatoria decidida por el presidente Alberto Fernández.
Sin embargo, la comuna decretó que desde el primer minuto de hoy miércoles quienes intenten trasponer la frontera vía el puente internacional Tancredo Neves, al aterrizar en Foz de Iguazú (Brasil), no podrán ingresar al territorio nacional.
La presión ciudadana local para llegar a tomar la medida extrema que no es potestad ni de la comuna ni de la provincia, hizo que se reunieran el intendente Claudio Filippa y los ediles para anunciar que solamente pasarán camiones con mercaderías para evitar el desabastecimiento y aquellos con domicilio en el municipio.
El Gobierno nacional habría recurrido a la Justicia Federal de Eldorado y a la Gendarmería Nacional para evitar que la medida del cierre de frontera se concrete.
Enterados de la cuestión, vecinos autoconvocados llamaron por redes sociales a reunir voluntarios para apoyar la medida de Filippa en el acceso a la cabecera argentina del puente internacional.
En respuesta a ese llamado “popular”, hubo funcionarios municipales que trataron de calmar los ánimos, a fin de evitar disturbios y no violar el aislamiento obligatorio.
En la Municipalidad local admitieron preocupación por un posible enfrentamiento entre quienes van a querer trasponer la frontera llegados desde Foz y el personal municipal que tratará de impedirlo.
Sin contención
Desde el pasado miércoles, miles de personas llegaron a la “ciudad de las Cataratas” sin tener pasajes para continuar a sus provincias (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Chaco, Corrientes, entre otras).
Muchos de ellos habían salido por el aeropuerto internacional de Ezeiza que se cerró al ingreso de vuelos internacionales, quedan Foz como aeropuerto próximo para el retorno al país.
Esta situación originó un plan de contingencia con campamentos en el polideportivo primero y en la cabecera del puente después; la asignación de agentes de salud para la toma de temperatura y de policías para evitar que se vayan del lugar y para evacuarlos, en lo posible, en el día.
Solamente este martes feriado y con el aislamiento obligatorio vigente, ingresaron al país más de 800 argentinos que debieron ser llevados a sus provincias en tres vuelos (más de 200 del total) y los restantes en combis y ómnibus que consiguió el Ministerio de Gobierno misionero. Se estima que más de 60 micros fueron parte del operativo en seis días y, con el correr de los días, se complica conseguir unidades disponibles para dar respuesta a la demanda.
Sin embargo, se espera el ingreso de miles de personas más para las próximas semanas, ya que Brasil mantiene abiertos los cielos y muchos vuelos llegan desde destinos europeos y con escala en distintos puntos brasileños, todos pasan por países considerados de riesgo por coronavirus.
El gobernador Oscar Herrera Ahuad transmitió personalmente en la reunión realizada en Olivos al presidente Fernández su preocupación y un pedido de colaboración para contener a la multitud. El pedido se reitero por teléfono días después, según lo admitió el propio mandatario nacional en una entrevista por televisión.
Sin embargo, hasta este martes, de la Nación se consiguieron vuelos de Aerolíneas Argentinas para evacuar a una pequeña porción de los repatriados.
Sirve como ejemplo de la poca predisposición, recordar que el primer día (miércoles pasado) entraron más de 3.500 personas pero el Ejército no quiso prestar a la Provincia un predio para la cuarentena conjunta de quienes ingresaron mientras se conseguía la forma de sacarlos de Misiones, ya que tampoco podían alojarse en hoteles por la prohibición que existe del Ministerio de Turismo nacional.
Por esta razón, desde la renovación de Iguazú se esperó una reacción más importante de la Nación antes de amenazar con el cierre de la frontera. Al no llegar respuesta, se anunció la medida extrema que excede la jurisdicción municipal y que puede tener consecuencias legales.
“Hay mucho temor”
“Con los siete concejales que representan a nuestra ciudad y miembros del Ejecutivo Municipal hemos tomado la decisión de que a partir de la cero hora se prohíba terminantemente el paso de personas y de vehículos por el puente internacional Tancredo Neves”, anunció el intendente Claudio Filippa a través de un video casero que viralizó a través de las redes sociales. El mismo espacio desde el cual los iguazuenses presionaron para llegar al cierre de la frontera.
“Esto se debe a que día a día están pasando aproximadamente mil personas por ese paso fronterizo, generando incertidumbre y mucho temor en nuestra comunidad, por todo lo que está sucediendo a nivel mundial con el coronavirus, poniendo en riesgo a nuestros trabajadores de la Aduana, Migraciones, Gendarmería, Ejército, Bomberos Voluntarios, Defensa Civil, Policía y Salud Pública. Esta medida se debe pura y exclusivamente para preservar la integridad sanitaria de nuestra comunidad, pensando en cada uno de los vecinos”, justificó.
Los primeros operativos en cumplimiento de estas medidas consensuadas entre Ejecutivo y Concejo Deliberante se aplicaron ayer por la tarde; uno de los más intensos tuvo lugar en la conocida popularmente como “T del abasto”, la bifurcación de la ruta 12 que deriva hacia un lado a los visitantes de Cataratas y del otro a los que van a Iguazú.
Allí se toma la temperatura a quienes circulen y si se constata que alguien no tiene domicilio en la ciudad ni un salvoconducto para transitar, directamente se les impide el ingreso.