“No te olvidás más, ni uno, dos, ocho o catorce años, no te recomponés más porque el dolor siempre está dando vueltas en el recuerdo. No se afloja, se sigue adelante pero en una realidad distinta, donde la ausencia queda marcada. El Iván no está, se lo extraña mucho pero nos queda la sensación de haber cumplido con el, buscamos justicia, condenaron a los que lo golpearon y mataron, aunque la sensación de que la sacaron barata también está presente”.
Para Mauricio Mercol, el padre del estudiante universitario de 22 años muerto a golpes -le rompieron el bulbo raquídeo- por dos jóvenes a la salida de un boliche posadeño durante la mañana del domingo 19 de marzo de 2006, cada aniversario es duro, “como todos los días, pero tengo la tranquilidad y mi familia también de que hicimos todo lo posible para que los que mataron a Iván fueran juzgados. Tampoco me olvido que fueron cuatro suspensiones de juicio en el Tribunal Penal 1 las que frenaron el proceso, las que dejaron la sensación de que los acusados la sacaron barata”.
“Hoy veo el ataque de los pibes en Villa Gesell (crimen de Fernando Báez Sosa) y por supuesto que noto las coincidencias, organizarse para atacar por cualquier motivo, golpear sin causa, lastimar y felicitarse por lo que hicieron”.
“A Iván lo golpearon de la misma manera, no lo patearon en el piso como a Fernando, pero lo esperaron, se prepararon escondidos para atacar y entre dos lo golpearon de manera artera y cobarde”.
“A mi hijo lo atacó un joven preparado en artes marciales, al chico de Villa Gesell más de diez jugadores de rugby, chicos entrenados, preparados físicamente. No creo que en estos años haya aumentado la violencia, los que son violentos van y golpean, matan, la mayoría de los pibes no, van y se divierten, a lo sumo tendrán una discusión pero no van a asesinar a un boliche. Los que van a hacer lío siempre son los mismos, son pocos, hay que saber frenarlos”.
Pero Mauricio Mercol tiene otra fecha clave en su memoria, marcada en su resiliencia, el viernes 17 de octubre de 2014, cuando el juez César Raúl Jiménez condenó a Sebastián Ruiz y Diego Cantallops a cuatro años de prisión efectiva por provocarle la muerte a Iván Mercol.
“Nunca cumplieron un día en prisión como culpables, les bajaron las condenas y siguieron con su vida normal. De todo esto sólo entendí que con abogados, más abogados, más presentaciones y más abogados, por no decir otra cosa, se consiguen facilidades de la Justicia. A nosotros nos tocó sufrir cuatro suspensiones de debate a pocos minutos y horas de su inicio, y ocurrieron por los recursos legales, presuntamente, con que contaban los sospechosos”.
“De todas maneras no dejo de creer en la Justicia, insisto, a pesar que estos muchachos la sacaron barata, golpearon y mataron, y hoy tienen familia, trabajo, casa e hijos con naturalidad parece, sin remordimiento. Nosotros perdimos un hijo que no se peleaba con nadie, que laburaba a la par de sus hermanos”.
Mauricio Mercol se sostiene, sabe que los problemas de salud no lo abandonan fácil pero los toma como invitación: “Estoy acostumbrado a batallar, las huellas quedan pero seguimos para adelante”.
“Creo que sirvió pelearla, que es preferible salir, investigar, preguntar. No sabía nada de derecho ni justicia antes de que mataran a Iván, sin embargo, con mi esposa no aflojamos y fuimos por todos lados a pedir ayuda y que se juzgara a los acusados. Lo logramos, si no lo hacíamos la sensación de impunidad sería tremenda”.
Condenados sin ir a prisión
De acuerdo a los testigos que declararon en el debate por “homicidio preterintencional” ante el tribunal unipersonal a cargo del juez Correccional y de Menores 2, César Jiménez, Iván Mercol fue atacado en un pasillo de salida del entonces complejo bailable Power sobre avenida Corrientes, golpeado por delante por Ruiz y desde atrás por Cantallops.
La rotura cervical provocó la muerte cerebral del joven en pocos minutos. “La condena fue y es poca” dijo Mauricio Mercol tras conocerla.
“La condena bajo esta figura penal es poca, pero de todas maneras el juez ordenó que los cuatro años sean de cumplimiento efectivo”, medida que no se cumplió porque el Superior Tribunal de Justicia ordenó bajar los montos de pena. El debate oral del caso Mercol fue el primero que se realizó bajo la modalidad de un tribunal unipersonal para juzgar delitos menores a los seis años de prisión.
El acto se inició el martes 16 de septiembre de 2014 en el salón de usos múltiples del Palacio de Justicia. Tanto Ruiz como Cantallops fueron procesados en 2006 por “homicidio preterintencional” (artículo 81 del Código Penal) con penas previstas entre tres y seis años de prisión.