Los trabajadores de Migraciones nucleados en ATE se reunieron en asamblea en el puente internacional San Roque de Santa Cruz junto al coordinador del NEA, Martín Ayala, y en la ocasión se decidió “declarar el estado de asamblea permanente y el trabajo a reglamento hasta que las autoridades atiendan los reclamos”.
Martín Ayala señaló que “una vez más queremos recalcar que los empleados de migraciones son unos de los empleados que representan a una institución insignia y cada uno de ellos es consciente que es la primera cara que un migrante ve cuando llega al país”.
Asimismo, agregó que “es un empleado mal pago y que trabaja con una infraestructura deficiente”. Agregó que “hace lo que puede para atender de la mejor manera a cada usuario del paso, pero dicha realidad es en todos los pasos del país”.
Según relató Ayala: “Hoy los empleados de migraciones son las personas que realizan un verdadero trabajo de riesgo e insalubre porque están expuestos no solo a los gases tóxicos de los escapes de los vehículos, sino también a gérmenes y enfermedades estacionales; incluso a las pandemias”.
Por otro lado, manifestó que “los empleados de Migraciones están muy preocupados ya que en el paso fronterizo no se observan acciones que puedan ayudar a frenar la pandemia”.
Detalló que “si tomamos las estadísticas de Migraciones estas muestran que Puerto Iguazú y Posadas -al año- circulan más de 20 millones de personas, de las cuales más del 50% tiene como destino Buenos Aires y todas vienen de los mayores focos de dengue de la región, que son Paraguay y Brasil”.
Expuso, además, que “por Posadas ingresan todos los que viajan vía Paraguay a Europa u otro continente, y acá jamás estuvimos en el radar para detectar posibles casos positivos y si tenemos en cuenta que un mosquito portador de dengue sube en un vehículo en Paraguay en el mismo día llega a Buenos Aires, y nadie tomó conciencia”.
Además afirmó que a esto se debe “sumar a la pandemia del coronavirus ya que un brasileño ingresa por Irigoyen pasa por Paraguay y puede llegar a Clorinda en el mismo día o a cualquier ciudad importante, por lo tanto con una barrera de contención podríamos evitar propagar la enfermedad por el país”.
Ayala advirtió que “muchos compañeros quieren arrancar con medidas de fuerzas, porque no solo el dinero no alcanza, ya que los migratorios son los peores pagos en el centro de frontera, sino que en esta oportunidad estamos preocupados porque todos están muy expuestos”.
Indicó que “la gestión anterior gastó una fortuna en unas puertas biométricas que jamás se usaron, pero jamás se preocuparon por la salud de los trabajadores y ya están muy cansados de ser siempre la última prioridad, siguen precarizados y expuestos”.