La participación de representantes del Gobierno en esta oración interreligiosa fue criticada por organizaciones que abogan por la laicidad y también por políticos.
Por su parte, la Iglesia Metodista se negó a participar a pesar de que había sido invitada, aduciendo que afecta la laicidad y porque “no existen antecedentes de celebraciones religiosas de este tipo”, lo que “puede dar a entender que se jerarquiza una corriente sobre otras“.
“Laicidad no es laicismo, es no tener una religión oficial, no significa no tener una creencia”, dijo Lacalle al salir de la ceremonia donde pastores, rabinos y obispos rezaron una oración por el presidente y el nuevo Gobierno del país vecino.
El acto fue encabezado por el cardenal de Montevideo, Daniel Sturla, quien fue el encargado de recibir al mandatario en la puerta y acompañarlo hasta su silla.
Víctor Rodríguez Otheguy, de la Asociación Uruguaya de Libre Pensadores, dijo a Montevideo Portal que la misa fue una clara violación de la laicidad (y por lo tanto una transgresión de la Constitución) y rebatió el argumento de Lacalle.
“Laicidad y laicismo son conceptos relacionados. Laicismo es la concepción que sustenta el principio de laicidad. Tan es así que el diccionario de la RAE, institución a la que no se puede tildar de antirreligiosa, señala ambos conceptos como relacionados íntimamente. Y expresa que se establece una separación entre Iglesia y Estado“, planteó.
Rodríguez Otheguy mencionó además que no importa que en la misa hayan participado varias religiones porque la Constitución establece que el Estado no sostiene a ninguna religión.
“Es una estrategia de Sturla para presentar la ceremonia como algo que trasciende a la Iglesia Católica, pero es indistinto a los efectos jurídicos si es una o varias iglesias”, agregó.
El hecho de que “un representante o jefe de Estado, con buena parte del Gabinete y cargos oficiales, tuvieran sus lugares reservados en primera fila, le da carácter oficial“, insistió.
“Cuando los oradores hacían uso de la palabra se referían al señor presidente de la República. No corresponde la presencia del presidente como tal. Es el jefe de Estado; como tal, lo representa siempre. Es presidente en cualquier circunstancia y lugar, no es un trabajo part-time“, apuntó Rodríguez Otheguy.
Luego sumó argumentos: “Como muestra de todo ello. La página de la Presidencia publicó la asistencia del presidente, sus ministros y secretarios de Presidencia, inclusive haciendo un reseña y publicando fotos”.
“No se trata de un hecho privado, es un hecho oficial“, remarcó.
Recordó a continuación que el propio Sturla comentó a la prensa que este tipo de convocatorias se hacía en el siglo XIX. “Obviamente, no había entonces separación de Iglesia y Estado“, dijo el miembro de la AULP.
Más adelante recordó que “en 1990 Luis Lacalle Herrera participó de una misa pero cuando era presidente electo, antes de asumir pero esta es la primera vez que un primer mandatario como tal en una ceremonia especial”.
El excandidato a senador José Franzini Batlle, líder de Avanza País, también se mostró muy crítico con la misa.
“Por primera vez desde aprobada la Constitución de 1918, un presidente asume la Presidencia y asiste a una misa de oración por la Patria. Violación clara de la laicidad y claro, también, retroceso en la libertad de convicciones espirituales individuales. El Estado no sostiene religión alguna”, escribió.
Fuente: Agencia de Noticias NA.